Un grupo de cuatro jubilados de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) que llevan años en huelga de hambre para exigir el pago de sus cuotas, tras el desfalco de fondos de pensiones, levantaron su protesta este viernes 13 de octubre, tras recibir nuevas El gobierno de Nicolás Maduro promete.
Un puñado de huelguistas – todos ellos ancianos con problemas de salud – trabajan en nombre de unos 41.000 jubilados de la ahora quebrada importante empresa de Venezuela, cuyos fondos de pensiones fueron destruidos por una gestión corrupta, según investigaciones anteriores de la ex Asamblea Nacional, Prensa Especial y ONG como como Transparencia Internacional.
En Estados Unidos fue condenado uno de los responsables de este manejo financiero irregular, llamado Francisco Illarramendi, operador de una agencia gubernamental que se llevó más de 500 millones de dólares en connivencia con ejecutivos de Pdvsa.
Según la denuncia de los huelguistas, PDVSA les debía un total de $2.707 millones, además de $1.760 millones en intereses. Pero todos estos jubilados se encuentran en la miseria, padeciendo en muchos casos dolencias crónicas o relacionadas con la edad, sin dinero para comer bien o vivir una vida digna según su propio testimonio.
El paro comenzó el 25 de septiembre, con nueve jubilados y bajo el acoso de fuerzas de seguridad y de Pdvsa, los manifestantes debieron trasladarse al campus de la Universidad Central de Venezuela, donde fueron apoyados para instalarse en la plaza. rectorado
Cinco tuvieron que abandonar la protesta porque sus vidas corrían peligro.
En el largo camino para exigir este pago, muchos han muerto y han dejado a sus familias en la miseria.
“Compañeros, hoy desconvocamos el paro (…) ya que hoy en la Asamblea Nacional llegamos a un acuerdo entre las partes”, anunció el portavoz de los huelguistas, Julio Blanco, en un vídeo difundido a la prensa tras una reunión. representantes de PDVSA y una comisión legislativa, controlada por el propio gobierno.
Según información anterior, los diputados decidieron mediar para evitar mayores problemas de salud entre los huelguistas.
En los últimos años se han vuelto frecuentes las protestas de trabajadores petroleros que han sido estafados o abandonados a su suerte; A pesar de las promesas del gobierno, el problema persiste en el tiempo.