Familiares y amigos de Julio Valerio García esperan que se haga justicia para él. Las agencias de seguridad iniciaron una investigación para aclarar este incidente de duelo en la familia Tashira.
San Cristóbal. El funeral de Julio Valerio García Joaquín se celebró en medio del dolor y el desamparo. El hombre de 40 años fue asesinado mientras esperaba contando votos Domingo 28 de julio, en la Unidad Educativa John Kennedy, Sector Paticitos, Municipio Guásimos, Estado Táchira.
Su funeral se llevó a cabo en una funeraria de Tariba, municipio de Cárdenas. Esposas, familiares y amigos expresaron su pesar por lo ocurrido durante las elecciones presidenciales.
Personas cercanas a García han señalado que no tiene una carrera definida. A raíz de la compleja crisis humanitaria, se dedicó a vender diversos artículos para sustentar su hogar.
Se casó con un periodista con quien tuvo un hijo de siete años. Ella era “la niña de sus ojos”, dicen sus allegados, ya que día tras día trabajaba para darle lo mejor al pequeño.
Su familia indicó que estaba muy apegado a sus padres, Ana del Carmen Joaquín y Francisco García, quienes ya no visitarían a su hijo en su casa, para que cooperaran con la obra.
Julio vivía en el mismo sector donde se ubicaba el recinto educativo que servía como centro de votación. Rápidamente ejerció su derecho y luego se retiró. Hora tras hora viene a ver el día.
Es muy triste lo que pasó. Nos sentimos impotentes por lo que ha sucedido. “Era un buen hombre, un buen padre, un buen hijo, un buen amigo y un gran vecino”, insinuaron.
Era conocido en la sociedad como una persona que ayudaba a los demás. Centrado en lo que se necesitaba para mejorar los problemas.
“Murió esperando algún cambio en el país. Sólo quería un futuro mejor para todos los venezolanos”, dijo un amigo.
evento
esta persona vino centro electoral Paticitos ubicados en la calle 4 con carrera 9 a la espera del conteo de votos, cuando dos camiones rústicos arribaron al lugar.
Desde allí, un grupo de desconocidos comenzó a disparar morteros con armas de fuego. Una bala alcanzó a García en el rostro y éste cayó al suelo herido.
Una bala atravesó el abdomen de su padre. Hoy se encuentra estable, pero tiene varias hipertensión arterial a consecuencia de la muerte de su hijo.