En diplomacia importa lo que se dice y lo que no se dice. De manera similar, en el mundo de las relaciones internacionales, lo que no se hace es tan importante como lo que se hace.
El hecho de que el presidente de la nación que comparte la mayor zona fronteriza y el mayor intercambio comercial con Venezuela, además de ser el receptor del mayor número de inmigrantes en toda la región, se reunió con uno de los candidatos presidenciales y no con el resto , enviando un mensaje claro y contundente.
Lo primero que hay que decir es que Petro se encuentra con Rosales porque puede hablar con este último. Petro, y ningún otro dignatario o líder mundial, fue objeto de los insultos de Rosales.
Si bien las naciones no tienen amistades sino intereses, es cierto que la simpatía o enemistad entre sus líderes facilita, favorece o dificulta las relaciones y acuerdos entre esas naciones.
Petro invitó a Rosales a reunirse en privado ya que advirtió y reconoció que era una figura idónea para un cambio político en Venezuela, tarea en la que tanto la embajada de Colombia en Venezuela como la propia cancillería de Nariño tenían mano. Con esta invitación, se abre la puerta para reconocer esta candidatura como el mayor facilitador de una transición política nacional pacífica y duradera que beneficiará a ambos países en el contexto geopolítico.
Tanto Petro como Rosales quisieron mantener el código de secreto de la reunión. El presidente colombiano sólo informó de manera genérica sobre el encuentro en su cuenta de X Network. Rosales mantuvo una reserva similar al respecto.
Ayer me reuní con el Presidente Maduro y hoy me reuní con la oposición venezolana con miras a construir la paz política.
—Gustavo Petro (@Petrogustavo) 10 de abril de 2024
Y Estados Unidos, ¿qué piensa Estados Unidos?
En este caso Petro no es sólo el presidente de un país vecino con un enorme interés en lo que sucede en Venezuela, en este caso representa un interlocutor autorizado por el Departamento de Estado de Estados Unidos para mediar con Venezuela. Su invitación a Manuel Rosales envía un mensaje claro en dos sentidos. Que Estados Unidos sepa que la presidencia colombiana con Rosales puede mantener un canal abierto de diálogo binacional fluido; Y en el resto del contexto internacional indica la fórmula más efectiva para una transición en Venezuela.
Desde hace siglos se sabe que los destinos de Venezuela y Colombia están entrelazados para siempre. A factores geográficos lógicos y conocidos se suman factores políticos, económicos y sociales.
Se ha sabido que cuando uno de los dos está resfriado, el otro tiene la peor gripe. Esto sucedió con el doloroso proceso de violencia en Colombia y sus efectos en Venezuela, sucedió recientemente con el proceso migratorio en Venezuela que convirtió al país de la Nueva Granada en el mayor receptor de esa inmigración nacional.
Se trata de cuestiones que estarán en la agenda de ambos países durante mucho tiempo. Abordarlos y avanzar en una visión compartida cuando la campaña electoral ni siquiera ha comenzado es una jugada del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, que también debe leerse desde la perspectiva de favorecer las relaciones con una nueva administración del lado venezolano.
La evaluación y respuesta al encuentro entre Petro y Rosales giró en torno a dos aspectos. Un apasionado, enojado y rencoroso de quienes no están invitados; Y el otro desde la racionalidad que examina en su justa medida el mensaje enviado por el Presidente de Colombia y su invitación al candidato que tiene más probabilidades de derrotar a Maduro entre los legalmente registrados.
Petro recuerda una frase “política real”: la transformación política no se trata necesariamente de quién quieres, sino de lo que puedes.
Finalizando esta nota, el canciller colombiano admitió en su cuenta X que Petro y Rosales se reunieron y agregó que también hablaron en secreto con María Corina Machado. La definición apropiada para esta información sería “se acabó el juego”. Si se hizo unilateralmente y sin informar al gobierno venezolano, parece que Petro tiene muchas explicaciones para darle una plataforma única a Maduro y María Corina.