Según la Cámara de la Construcción, la ausencia de crédito, la prohibición de prestar servicios en dólares y la inseguridad jurídica que prevalece en el país son factores que desincentivan cualquier tipo de gran inversión.
La Cámara Venezolana de la Construcción volvió a registrar una caída de la actividad en 2023, parte de la década de contracción que ha sufrido el sector a pesar de un ligero repunte en 2022 debido a una mayor actividad comercial en las principales ciudades del país. .
Así lo explicó el vicepresidente de la Cámara, Rafael Torrealba, quien dijo que 2023 continúa la tendencia vivida en años anteriores condicionada por la limitada inversión realizada en Venezuela.
Además de esta contracción, la actividad transitoria que comenzó a registrarse en el último tramo de 2023 estuvo impulsada por el sector petrolero, ya que el levantamiento de las sanciones estadounidenses en octubre abrió la puerta a que transnacionales participaran en proyectos venezolanos. Optimice sus operaciones.
“A finales del año pasado comenzaron a verse servicios de construcción relacionados con el sector petrolero. Nuestras miras están puestas en 2023 para que las licencias petroleras generen contratación para el sector de la construcción. Las empresas internacionales que están invirtiendo en industrias básicas también necesitarán servicios vinculados a nuestra industria”, destacó en entrevista. Radio Unión.
Entre las principales tareas del sector, Torrelba prevé presentar a la Cámara de la Construcción debido a la falta de crédito, la prohibición de prestar servicios en dólares y la inseguridad jurídica que prevalece en el país, factores que desincentivan cualquier tipo de gran inversión. Propuesta a la Autoridad para modificar algunas de estas condiciones.
“Consideramos que el sector continúa contrayéndose producto del marco regulatorio y de todo el sistema financiero en general. Sigue dependiendo del crédito y no está en el radar. Hay que regular el marco legal en el sector inmobiliario, está prohibido vender nuestro sector en dólares, esto es una incidencia menor que estamos tratando de corregir”, comentó.
En este sentido, quieren entregar un proyecto relacionado con el golpeado sector energético, considerando la electricidad como piedra angular para la industria de la construcción.
A raíz de todos estos problemas, Torrealba insiste en que no hay inversiones significativas en el país y no se prevén proyectos de construcción para más de 18 meses, porque pocos inversores quieren reducir el riesgo. Las construcciones importantes se establecen en cuatro o cinco años.
Ante esta situación, muchas organizaciones han tenido que adaptarse para ofrecer otros servicios. Las zonas de reurbanización, adaptación de oficinas, construcción de restaurantes y almacenes han sido las más activas, pero en el futuro quedan pendientes grandes urbanismos o promociones de viviendas.
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