El gobierno de Estados Unidos ha decidido no imponer sanciones adicionales al sector petrolero de Venezuela, a pesar de la represión del gobierno de Nicolás Maduro, informó Argus.
Joaquín Castro, miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, explicó que la decisión busca evitar una crisis económica repentina en Venezuela y un aumento de la inmigración.
María Salazar, presidenta del panel del Hemisferio Occidental, acusó a Chevron y otras compañías petroleras extranjeras de financiar la represión de Maduro.
“Las compañías petroleras estadounidenses y europeas han aumentado su extracción de petróleo y sus ganancias están alimentando directamente la maquinaria opresora de opresión”, declaró Salazar.
La administración Biden no ha reconocido al exdiplomático Edmundo González como presidente electo, a pesar de un historial electoral de la oposición que apunta a su victoria.
Kevin Sullivan, subsecretario de Estado adjunto, señaló que “pueden pasar muchas cosas entre una elección y una toma de posesión, y ciertamente estamos analizando la situación ahora”.
Las importaciones estadounidenses de crudo desde Venezuela promediaron 190.000 b/d entre enero y junio, menos del 3% de las importaciones totales, según datos de la Administración de Información Energética.