Para Carolina Jiménez Sandoval, presidenta de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (Ola, en inglés), las elecciones presidenciales en Venezuela no han terminado.
“La comunidad internacional debe intentar no caer en la política de abandono de Nicolás Maduro, normalizarse y legitimarse. Aunque su papel, el de la comunidad internacional, es limitado, no se puede normalizar. No creo que hayamos llegado al final de esta historia”, le dijo Jiménez Sandoval a Luz Meli Reyes, directora de Offeto Cocuyo, durante una nueva entrega de su programa Con la Luz.
El funcionario explicó que la política del gobernante Nicolás Maduro tiene actualmente dos ejes; Por un lado, legitimar y, por otro, normalizar la situación en el interior del país con el único fin de crear erosión entre la población y la propia comunidad internacional.
Jiménez explicó que Maduro intenta legitimarse a través del peritaje que ordenó a la Corte Suprema de Justicia hacer sobre el acta electoral -que el Consejo Nacional Electoral aún no ha difundido- mientras juega a blanquear y rasgar para normalizar la situación. ¿Qué está pasando en el país?
“El proceso electoral no ha terminado porque los resultados dados a conocer por las autoridades electorales no son creíbles”, agregó Sandoval.
El presidente Oola destacó la resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre Venezuela y consideró que demuestra que hay consenso sobre la crisis que atraviesa el país.
El papel político de la diáspora venezolana
Jiménez también se refirió a las protestas de venezolanos en rechazo a los resultados electorales entregados por el CNE, convocados por opositores de Sandoval, y destacó el poder político que ha desarrollado la inmigración venezolana en los últimos años.
“Lo que vimos el sábado 17 de agosto es un reflejo de dos cosas: una es la enormidad de la diáspora venezolana, con protestas en más de 350 ciudades inimaginables hace 15 años, y la segunda es la fuerza política de Venezuela. La diáspora “se está movilizando, respondiendo al llamado de la oposición democrática en Venezuela y uniendo con ellos a ciudadanos de otras partes del mundo”, afirmó.
Jiménez recordó datos presentados por encuestadores que decían que alrededor de 4 de cada 5 venezolanos considerarían emigrar si Nicolás Maduro vuelve a ganar las elecciones presidenciales.
Te explicamos: Carolina Jiménez Sandoval: Si se logra una transición mediante elecciones, las negociaciones serán muy difíciles #ConLaLuz
“La inmigración es un tema muy presente en la campaña presidencial. Esta es la primera vez que la inmigración es el foco de una campaña política en Venezuela”, explicó Jiménez.
Para el director de Oola, la inmigración de venezolanos, y de otras nacionalidades en general, continuará hasta que se corrijan los motivos que obligan a millones de personas a abandonar su país.
“Negar que su país haya expulsado a millones de personas es negar su existencia y negar sus derechos. No los reconoce. Tenemos que hablar con mucho cuidado sobre la inmigración”, afirmó.
Jiménez consideró que si bien es normal que los países receptores de inmigrantes enfrenten desafíos al recibir a millones de personas, destacó que se deben encontrar soluciones para dar cabida a la afluencia de inmigrantes en lugar de diseñar políticas que busquen contenerlos y demonizarlos.
“Las políticas de control tienen algunos efectos inmediatos pero fracasan a largo plazo porque no cambian las causas de la expulsión”, señaló.
La diáspora venezolana ha crecido rápidamente
“La inmigración venezolana tiene características tan especiales que es difícil compararla con otras de la región. El primero es la velocidad y el segundo es la magnitud. México es un país muy influenciado por la migración, que se viene moviendo desde hace más de 60 años”, explicó Jiménez en un intento de perfilar a los más de 7,7 millones de venezolanos que han abandonado el país en las últimas dos décadas.
El funcionario recordó que Venezuela, país receptor de inmigrantes, el segundo más importante de América Latina, expulsó entre el 20% y el 25% de su población en la última década.
“Para una comunidad acostumbrada a crecer entre colombianos, peruanos, uruguayos y chilenos, significa que el dolor… tiene un impacto social que afectará al país durante décadas”, afirmó.
Escuche el programa completo aquí