con una espátula
Trece funcionarios extranjeros del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos tuvieron que abandonar Venezuela hasta el domingo, tras una orden sin precedentes del gobierno, que incluía la suspensión de su oficina en Caracas, poco después de que se le concediera una prórroga de dos años. La presencia de este partido en el país.
Venezuela “solicita al personal empleado en esta oficina que abandone el país dentro de las próximas 72 horas hasta que corrijan públicamente sus actitudes colonialistas, degradantes y violatorias de la Carta de la ONU ante la comunidad internacional”, dijo el ejecutivo, que revisará dentro de 30 días. “Términos de cooperación” con esta organización.
La decisión fue ampliamente rechazada por ONG, activistas y políticos de oposición, y apoyada por la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), controlada por el chavismo.
por qué
El ministro de Asuntos Exteriores, Ivan Gill, explicó que la decisión fue una respuesta al “papel inadecuado que ha creado esta institución”, actuando con parcialidad y “los bufetes de abogados privados de golpistas y grupos terroristas que perpetúan complots contra el país”.
La oficina, con sede en Ginebra (Suiza) y establecida en Caracas desde septiembre de 2019, reveló este martes el complot terrorista para asesinar al presidente Nicolás Maduro y pidió su “liberación inmediata”.
Según la opinión del gobierno, la oficina, desde la firma del memorando de entendimiento en 2019, ha mantenido una “posición claramente parcial y parcial, buscando continuamente la impunidad para las personas involucradas en diversos intentos de asesinato, golpes de estado, conspiraciones y otros”. “Grave ataque a la soberanía y la constitución.”
Sin embargo, reiteró “la voluntad (del Consejo Ejecutivo) de seguir cooperando con los mecanismos internacionales de protección de los derechos humanos, siempre sobre la base de un diálogo genuino”.
contexto
La decisión fue tomada por el gobierno, cuyo paradero, según la denuncia de la defensa, permaneció desconocido durante cuatro días, lo que generó críticas de la sociedad civil venezolana y de organizaciones y miembros de varios países por el caso de San Miguel.
En su mensaje, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos aseguró que “puede calificar su detención como desaparición forzada”.
Según varias ONG, la orden del gobierno dejó a las víctimas de violaciones de garantías fundamentales en un estado de “total vulnerabilidad e indefensión”.
Ali Daniels, director de la organización Acceso a la Justicia, dijo a Efe que “la situación está empeorando en términos de desapariciones forzadas” ya que los “períodos” van desde “horas” hasta incluso “semanas”.
En este sentido, el partido Vente Venezuela, liderado por María Corina Machado, candidata de la principal coalición opositora en las elecciones presidenciales de este año, denunció este jueves que sus jefes de campaña regionales Juan Frites, Luis Camacarro y Guillermo López, fueron detenidos en enero. “Desaparecido” desde hace más de tres semanas.
Los arrestos, a los que se sumaron otros dos, según ONG y grupos antichavistas, se produjeron después de que las autoridades dijeran en enero que estaban entre las más de 20 personas condenadas por el gobierno por desmantelar un complot para matar a Maduro. En la ultima década
En diciembre, más de 60 ONG pidieron a Naciones Unidas que vigilara la situación de las libertades democráticas y los derechos humanos en el país y que se “pronunciara oportunamente” sobre la cuestión antes de las próximas elecciones presidenciales, cuando esperaban “persecución y persecución”.
la respuesta
La ONG Funderades ha expresado su rechazo a la suspensión del cargo y a la medida de expulsión de sus miembros extranjeros, hecho que -advierte- “aumenta el riesgo de cierre de espacios cívicos, represión y acoso a las organizaciones de la sociedad civil”.
En este sentido, Encuentro, Justicia y Perdón (EJP) considera que “la desprotección de las víctimas aumenta” y la ONG Provea asegura que esta decisión “es una violación que intenta impedir el escrutinio de los organismos de protección internacional ante graves derechos humanos.”
Según el principal bloque político opositor, Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la decisión “respalda el carácter totalitario del régimen”, que “no quiere la presencia activa de la comunidad internacional como testigo de las persistentes violaciones de derechos humanos”. en el país.
Por el contrario, el legislador respaldó la decisión del gobierno y felicitó al canciller por expulsar a “criminales, entrometidos (intervencionistas)” de la oficina de la ONU, citó al presidente de la AN, el chavista Jorge Rodríguez, en un comunicado oficial.
Por su parte, la oficina de la ONU en Caracas lamentó su suspensión y evaluaba “pasos de seguimiento”. Caracas Al Dia