El artículo 262 de la Ley Orgánica de Protección a la Niñez y la Adolescencia detalla que quienes vendan o suministren fuegos artificiales a menores de edad pueden ser sancionados con prisión de tres meses a un año.
En Maracay. La temporada navideña está llena de fuegos artificiales que llaman la atención de muchos, pero su mala gestión puede provocar lesiones e incluso tragedias.
“Los fuegos artificiales son para compartir, no para regalar a tus hijos, porque cuando suceden accidentes, por mal manejo o por los padres los dejan con los niños sin ningún tipo de supervisión”, explicó Vikmar Olmos, director de la Fundación Benéfica Pirotenicos en Venezuela. , adscrito a la Dirección General de Armas y Explosivos (DAEX).
La fundación nació hace más de 10 años, cuando un grupo de importadores de fuegos artificiales se propusieron educar y promover el uso responsable de estos productos.
“Nuestro objetivo es concienciar sobre el uso adecuado de los fuegos artificiales, ya que no están diseñados para ser encendidos por niños y adolescentes. Son productos que tradicionalmente se utilizan para compartir en familia en Navidad, algo que queremos dejar muy claro. “, dijo Olmos.
Cebollas, rúcula y estrellitas son algunas de ellas. Dispositivos pirotécnicos La mayoría comprados por los clientes. Sin embargo, el artículo 262 (Lopna) de la Ley Orgánica de Protección a la Niñez y Adolescencia establece que quienes vendan o suministren algunos de estos productos a menores de edad pueden ser castigados con prisión de tres meses a un año.
Según el director de la fundación, meter cerillas en botellas, tirarlas contra paredes o personas, son los errores más comunes que cometen los ciudadanos al manipular los fuegos artificiales, aunque el verdadero fin es disfrutar de su efecto sonoro o visual.
Los fuegos artificiales son una medida de alegría, si miramos la Navidad sin mucho color ni sonido controlado de los fuegos artificiales, se pueden calificar de trágicos”, resaltó.
Visita escolar
Para prevenir el mal uso de los fuegos artificiales, la Fundación Benéfica Pirotenicos de Venezuela visitó instituciones educativas, entre ellas el Cuerpo de Bomberos y Protección Civil (PC) para brindar orientación y concientización sobre el manejo adecuado de estos productos.
La fundación sin ánimo de lucro realiza estas visitas a petición de los centros educativos En 2023 pudieron visitar más de 10 escuelas.
Abierto a negociaciones con proteccionistas
Olmos explicó que al menos 10.000 personas en el país se benefician indirectamente con la comercialización de fuegos artificiales, pues ven una alternativa de ingresos y pueden cubrir sus necesidades navideñas.
“Es una actividad legal, comercialmente muy regulada por agencias gubernamentales, y no resulta en la muerte de nuestras mascotas”, comenta.
En el marco de la campaña de diversas organizaciones protectoras de animales, el director de la Fundación Pirotécnica Venezolana dijo que las principales causas de muerte de mascotas son el abandono y maltrato, y no la explosión controlada de productos pirotécnicos.
“Estamos abiertos al debate abierto para que podamos escucharnos y entendernos. “La mayoría de los vendedores de fuegos artificiales tienen una mascota”.
Según Olmos, la pirotecnia no tiene efecto sobre la muerte de mascotas; Sin embargo, lo que puede afectar a un animal es el ruido que cualquier elemento industrial o natural pueda producir.
“El sonido puede ser como el de un fuego artificial, un clarín o una tormenta eléctrica. Los ruidos fuertes suelen desencadenar, pero no causan la muerte. Es falso que los fuegos artificiales provoquen la muerte de un animal”.
Explosivos caseros
La matasuegra, el tumbarancho, el saltperico y la cebolla son productos caseros de alto riesgo que no cumplen con las medidas de seguridad adecuadas. Olmos aseguró que estos explosivos ya no están a la venta, pues pueden ser considerados focos que atentan contra el bienestar de la nación.
“Ninguno de estos productos existía, su producción era secreta y no tenían control. El Estado ha creado prohibiciones y ha regulado todo lo relacionado con la comercialización, ingresando ahora a través de la importación de artículos pirotécnicos, siempre y cuando cumplan con estándares de seguridad”, afirmó.
Locales con flujo de clientes
equipo de informes Crónica Uno Visitó varios comercios de la zona del centro de Maracay, donde conoció que el artículo más comprado por los clientes fueron cajas de cerillas, las cuales se vendían entre $3 y $4; Cajas de estrellas pequeñas, 3 dólares y media docena de cohetes desde 15 dólares.
Los comerciantes coinciden en que las ventas suelen recuperarse en la última semana de diciembre. Hay algunas familias que disfrutan de los efectos visuales que generan algunos fuegos artificiales.
“La gente celebra con fuegos artificiales el 24 y 31 de diciembre. Cuando llegó el disparo de los cañonazos, todos salieron a la calle a ver los cohetes y grabar vídeos. Por eso en la semana 31 el negocio suele venderse bien”, subraya Ender Sanabria, comerciante.
Lea también:
Hay algunos caraqueños que consideran los juegos pirotécnicos una tradición, pese a los riesgos