El gobierno de Gustavo Petro en Colombia ha perdido alcaldías claves en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla que “evalúan” su gestión.
Texto: RFI/AFP
El partido de izquierda gobernante en Colombia perdió este domingo las elecciones locales en las principales ciudades del país, según conteos oficiales de las autoridades electorales.
Con un 55% de participación, las alcaldías de Bogotá, Medellín (noroeste), Cali (suroeste) y Barranquilla (norte) quedaron en manos de la oposición o de candidatos escindidos del gobierno izquierdista de Gustavo Petro.
Alrededor de 39 millones de personas tenían derecho a elegir gobernadores, diputados, alcaldes, concejales y otras autoridades locales para el período 2024-2027.
Carlos Fernando Galán (Nuevo Liberalismo) ganó la alcaldía de Bogotá con el 49% de los votos frente al independiente Juan Daniel Oviedo (20%) y asumirá el cargo el 1 de enero.
El hijo del ex candidato presidencial Luis Carlos Galán, asesinado por narcotraficantes en 1989, ganó la ciudad de 8 millones de habitantes y sustituirá a la centroizquierda Claudia López (Partido Verde).
La alcaldía de Medellín recayó en el derechista Federico Gutiérrez; En Cali lo ganó el empresario Alejandro Eder (centroderecha) y en Barranquilla lo ganó el exalcalde Alejandro Char (centroderecha).
En el poder desde agosto de 2022, Petro sufrió un golpe electoral en unos comicios que se consideran “un balance de la gestión del presidente”, explicó a la AFP Mauricio Velásquez, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes.
Con un 60% de desaprobación según la última encuesta de Invamar, el primer presidente de izquierda de la historia del país fue castigado en unas elecciones explicadas por el “desgaste de su imagen”.
Los escándalos de corrupción que rodean a su familia, las dificultades para alcanzar la paz con los grupos armados y la creciente violencia han pasado factura al gobierno, coinciden los analistas.
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Violencia electoral en Colombia
La violencia electoral en Colombia se ha disparado en la recta final de la campaña previa a las elecciones locales, con un aumento de las amenazas, extorsiones, homicidios y desplazamientos forzados, según la Defensoría del Pueblo.
El número de ataques aumentó de 6 en enero a 100 en septiembre, en medio de un recrudecimiento de la violencia que no ha cesado a pesar de los esfuerzos del gobierno por acordar la paz.
Siete candidatos para esta elección murieron en hechos que están siendo investigados por la fiscalía.
Petro se comprometió a desactivar seis décadas de conflicto armado mediante el diálogo con organizaciones ilegales.
Bajo su política de “paz total”, negocia con los rebeldes de las FARC que rechazaron el histórico acuerdo de 2016, y con la guerrilla del ELN.
A raíz del acuerdo de paz, el Partido de las Comunas nominó a su primer ex comandante de las FARC para alcalde en esta elección. El pastor Alapay perdió la votación en su natal Puerto Berio (centro-norte) y quedó quinto con un 9% de apoyo.
Los ex rebeldes enfrentan un difícil proceso de reintegración social y económica, luchan por ganarse la confianza de los votantes y sufren violencia. Más de 350 excombatientes han sido asesinados desde la firma del acuerdo de paz.
El acuerdo garantizaba a los municipios diez escaños en el Congreso sin necesidad de voto popular durante dos legislaturas. El último comenzó en 2022 y finalizará en 2026.
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