Caracas Al Dia
Gris, sin florituras y eficaz arriba, la Juventus venció 1-2 al Monza y se adueña temporalmente del primer puesto de la Serie A gracias a la presencia de Adrien Rabiot, que rompió la tensión y sacó a su equipo del apuro después de jugar con fuego y casi ser quemado. . .
Los de Massimiliano Allegri se adelantaron tras un duelo travieso que desembocó en una serie de entradas, una en cada tiempo, que consiguieron mantener la atención de una afición que, bostezo tras estornudo, estalló en un minuto de frenesí al final. Ese Monza estuvo a punto de tomar los colores de la Juventus.
Monza, detrás del primer gol de Rabiot, empató en el minuto 91 con el único disparo del partido a través de Valentin Carboni. La Juventus especuló que tendría que pagarlo caro, pero el centrocampista francés salió al rescate al borde del pitido final para inventar una jugada brillante que acabó con una asistencia que Federico Gatti no desperdició.
El gol de Gatti ayudó a la Juventus a superar al Inter en la clasificación y podría terminar el día como líder si sus rivales pierden en el Estadio de Nápoles. Fue un alivio para un equipo que apenas había logrado una oportunidad en noventa minutos. Tampoco fútbol llamativo.
Al parecer controlaba bien a Monza, que quería coger impulso para salir de la zona tranquila de la mesa y acercarse al noble. El hambre de ventaja de la Juventus superó las ambiciones de su rival, que sólo disparó una vez entre los tres palos de Wojciech Szczesny. Fue suficiente para darle un gran susto al equipo de Allegri.
Pero Rabiot se encargó de acabar con el letargo en apenas dos tensos momentos del choque. El primero llegó en el minuto doce, cuando Dusan Vlahovic se encontró con una doble parada de Michel Di Gregorio, que primero levantó una mano improbable para ejecutar el penalti del delantero serbio y luego, en el rebote, se estiró como un gato. El rebote que se acabó Vlaović.
La alegría de Di Gregorio duró sólo unos instantes, lo que llevó a Andrea Cambiasso a sacar un córner directamente de penalti que Rabiot remató en la semifinal del Mundial de 2010 contra Alemania al clavar goles de Xavi Hernández y Carles Puyol. En Sudáfrica. En esta ocasión, fue Rabiot quien pasó patinando como un tren de mercancías y envió violentamente el balón al fondo de la portería del Monza.
Ese penalti y el posterior córner fueron suficientes para saciar el apetito de victoria de la Juventus en el primer acto. El segundo no aportó nada nuevo al conflicto. Aunque el equipo de Monza Allegri supo recuperar el balón en el campo, casi se mantuvo bajo control hasta que dejó el área de oportunidades casi nula ante un equipo desesperadamente frente a los muros de Turín.
Minuto tras minuto, el tiempo transcurrió como una losa para el público, que se vio sometido a un torrente de excitación casi insoportable que sólo cambió con el segundo trepidante periodo del choque: primero Valentin Carboni empató y luego Rabiot se sacó de la manga el partido decisivo. Gatti está acabado. No hubo más y Rabiot bastó para la Juventus, líder provisional gracias a la aparición en pleno partido del centrocampista francés para los de Allegri.
Lista de hechos
1.- Monza: Gregorio; Birindelli (Colombo, 46 min), D’Ambrosio, Pablo Mari (Andre Carboni, 66 min), Cardirola, Kyriakopoulos (Pereira, 66 min); Máquina (Danny Motta, 46 min), Gagliardini, Pessina; Siuria y Colpani (Valentín Carboni, min. 76).
2.- Juventus: Szczesny; Cambiasso (Locatelli, min. 87), Gatti, Bremer, Sandro, Kostic; McKenney, Nicolucci (Danilo, 70 minutos), Rabiot; Chiesa (Kean, min. 76) y Vlahovic (Milik, min. 70).
Gol: 0-1, min. 12: Rabia; 1-1, mín. 91: Gatti; 1-2, mín. 94: Gatti.
Árbitro: Michael Fabry. Mostró tarjeta amarilla a Kyriakopoulos (min 9) por el Monza y a Bremer (min 30) y a Milik (min 81) por la Juventus.
Evento: La decimocuarta jornada de la Serie A se disputó en el estadio Briançon de Monza ante unos 14.000 espectadores.
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