A continuación compartimos un artículo escrito por el Embajador de Venezuela en México, Francisco Javier Arias Cárdenasquienes están autorizados El efecto Kokuyo Para expresarlo.
El mayor valor del hombre es vivir la vida sin agresiones, mediante la tolerancia y la razón, solucionar las diferencias por medios pacíficos. Diplomacia para la paz, convivencia respetuosa.
Frente a las muertes sangrientas causadas en la historia de la humanidad y en el contexto de la experiencia reciente de los países de la larga guerra en Medio Oriente, lo sucedido aquí en Colombia, a lo largo de los años, nos da una idea de la daños y las consecuencias que deja a generaciones el intentar resolver las diferencias mediante la destrucción y la fuerza.
Recientemente ha salido al aire una entrevista con el Dr. Usler Petrie, en la que destaca el costo de la vida humana y el dolor de la Guerra de Independencia y la Guerra Federal, sólo para señalar dos hechos que contrastan nuestras raíces con el alto contenido del “caribe”. “guerreros. Los venezolanos estamos en la sangre, en toda nuestra geografía y ubicación o religión.
Sentido común, vida, constitución, ley, no destrucción para solucionar las diferencias actuales en nuestro país. Urgente y plena implementación de la ley electoral para asegurar la victoria otorgada al Presidente Maduro por el CNE, incluyendo actas y auditorías inobjetables.
En el caso de López Obrador, Lula y Petro, es importante la mediación de buena fe ofrecida por gobiernos conscientes. El desacuerdo o el conflicto no se pueden resolver negando o destruyendo al otro. La repetida injerencia externa no es una marca registrada de Venezuela;
Debemos resolver las diferencias entre los venezolanos y debemos coexistir en conflicto hasta lograr la paz, necesariamente de manera pacífica. No tiene sentido traer a Venezuela métodos probados en otros países. La violencia inherente al comportamiento de los extremistas es un salto al vacío sin posibilidad ni opción de solucionar los problemas que padece nuestro pueblo.
Estamos obligados a la paz, estamos obligados a afrontar, conquistar y mantener el dominio, que sólo se mantiene con el afecto de la mayoría de nuestro pueblo. En la situación actual necesitamos espacio para reuniones.
Es cierto que tenemos una situación complicada para nuestro pueblo, las condiciones de vida se ven afectadas por muchos factores, quizás uno importante que no podemos ignorar y quienes se nos oponen no deben ignorar, es este irrazonable y torpe bloqueo impuesto, afirmó el Gobierno. un medio de cambio y control del país.
Como gobierno debemos volver a encaminar a la nación, reactivar nuestra economía, corregir los errores y reintroducir los ideales de un país independiente, soberano, bueno para todos sus hijos.
Dentro del Partido, avanzar para democratizar las estructuras y hacer que el funcionamiento sea más horizontal y participativo. A partir de ahí, la primera valoración de lo ocurrido el 28 de julio debe ser desde la discusión y el debate constructivo y respetuoso.
Nosotros en el gobierno estamos obligados a revisarnos a nosotros mismos y hacer cambios profundos, en el discurso y en la práctica, en nuestro compromiso con quienes sufren dentro de nuestro país y quienes emigran. La responsabilidad de esforzarnos para que nuestro pueblo experimente y vea los cambios necesarios para mejores condiciones en su vida diaria; Responsabilidad por el logro en todos los ámbitos: espiritual, material, personal y familiar.
Encontrar formas de resolver las diferencias sin injerencias respetando los principios esenciales de la nación venezolana. Todos estamos destinados a lograr la paz. La paz que nace de la verdad, del respeto a las normas jurídicas, a las personas que expresan su voluntad, es la razón de existencia de los Estados y de los gobiernos.