con una pala
Si alguna vez hubo un héroe inmortal y transversal, es Zoro. Todos soñamos con hacer o compartir aventuras con el enmascarado que, con sólo una capa, una máscara y su espada, pone a los malos en su sitio y reivindica a los buenos. Y entre los que soñaban con ser el Zorro estaba un niño pequeño que jugaba con sus amigos en la plaza de Málaga. “Compartí su sentido de la justicia, el respeto a la libertad y la defensa de los débiles. Aunque no sé si tienen cojones para defender sus ideales. Pues yo creo que sí”, dijo el joven, que ya se había convertido en un actor famoso y protagonizaría La Máscara del Zorro en 1998: Antonio Banderas. Así lo revisó INFOBAE.
El lector de memorias recordará que el personaje del Zorro nació de la inventiva de Johnston McCluley en la novela La maldición de Capistrano, que se publicó por entregas en 1919. La historia fue tan interesante que, al año siguiente, se proyectó la primera película. Fue grabado. Tuvo como protagonista: La Marca del Zorro. Con el mismo título, en 1940, se estrenó otra versión protagonizada por Tyrone Power. Pero la que quedó grabada para siempre en la memoria fue la versión de 1952, cuando de la mano de Walt Disney y Guy Williams como protagonista, el Zorro se convertía en héroe, icono y personaje inmortal.
Más tarde, el hombre enmascarado siguió apareciendo en diversas formas en los cómics y películas; Uno de los más recordados por el que era el hombre más bello del mundo en ese momento: Alain Delon. En 1981, la parodia del Zorro con George Hamilton, The Last Folly, fue un fracaso, quizás porque mostraba una figura patética más que un héroe. Diecisiete años después ha llegado una nueva versión, esta vez con Banderas, Anthony Hopkins y Catherine-Zeta Jones como protagonistas, dirigida por Martin Campbell y el Rey Midas de Hollywood, producida por Steven Spielberg.
La Máscara del Zorro (alerta de spoiler) cuenta la historia de veinte años después de que Don Diego de la Vega (Hopkins) lograra liberar a Alta California de la opresión colonial, pero a cambio perdiera su libertad y su familia. El destino lo cruzará con Alejandro Murita (Banderas), un ex ladrón que lo sucederá y una historia de amor con Elena (Zeta-Jones).
El proyecto comenzó a tomar forma en 1995 gracias a la mente creativa y poderosa de Steven Spielberg. Como muchos chicos, el creador de ET fue fanático de la serie protagonizada por Guy Williams durante su infancia. Siendo ya una potencia de Hollywood, decidió asociarse con Tristar para llevar a su héroe a la pantalla. Lo hizo con un presupuesto de 35 millones de dólares.
El sillón de director fue entregado a Robert Rodríguez, quien acababa de dirigir La Balada del Pistolero. Empezó bien, pero dos meses antes de rodar pidió un presupuesto adicional de 10 millones y cuando le dijeron que no, decidió irse. Fue reemplazado por Martin Campbell.
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