La producción petrolera de Venezuela se encuentra en un momento crítico, según el último informe de Oecos Research. El consultor económico independiente advirtió que, debido a la posible reimposición de sanciones estadounidenses, la producción podría caer a una cifra alarmante de entre 600.000 y 700.000 barriles por día, una caída significativa respecto de los 877.000 barriles por día que reporta actualmente Petróleos de Venezuela. ).
La incertidumbre rodea a las licencias emitidas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que vencen en abril. Esas licencias, requeridas para las exportaciones de petróleo, están condicionadas al cumplimiento del Tratado de Barbados, que exige elecciones presidenciales libres y competitivas en Venezuela, según Tal Cual.
La inhabilitación de María Corina Machado pone en duda la renovación de estas licencias por parte de Estados Unidos, lo que podría significar un duro golpe para la industria petrolera venezolana.
En un escenario más optimista, si se mantienen las licencias, la investigación de Oikos proyecta que la producción de petróleo podría alcanzar un pico de 1,3 millones de barriles por día en 2025, lo que representaría un aumento de unos 500.000 barriles por día con respecto a los niveles actuales.
El crecimiento económico del país también está amenazado. La consultora baraja tres escenarios posibles: un aumento del 1% si se restablecen las restricciones en abril, y entre el 3% y el 6% si se prorrogan las licencias para el resto del año. Estas cifras contrastan con las expectativas de los gobiernos y las asociaciones empresariales, que proyectan retornos económicos de hasta el 10%.
A pesar de un crecimiento potencial de la economía petrolera de hasta el 20%, Oikos Research señaló que esto no tendría un impacto significativo en la economía no petrolera del país debido a los débiles vínculos entre ambas. Una recuperación económica más amplia depende de mejorar el poder adquisitivo de los hogares venezolanos.
Finalmente, el informe presenta una perspectiva mixta para la inflación, con una posible tasa de fin de año del 80% si se contienen las presiones inflacionarias, hasta el 180% si aumenta el gasto público y se relajan las restricciones de deuda. Sin embargo, no se puede descartar una tasa más cercana al 50% si la desaceleración económica continúa.