Cualquier análisis de las causas de la muerte de Antonio José de Sucre encontrará evidencias que reafirmen la tesis de que fueron los acérrimos opositores a Simón Bolívar, sus visiones integracionistas y sus políticas de justicia social -sus criminales desesperados- quienes tramaron el siniestro plan para convertirlo en invisible.
En una oscura conspiración, los enemigos del Libertador utilizarían al general José María Obando, comandante del Cauca, como vehículo para asesinar al Gran Mariscal de Ayacucho.
Fue un hecho público y notorio que en Bogotá se reunió un núcleo de conspiradores, entre ellos Manuel Antonio Arublas, Ciprián Cuenca, Ángel María Flores, Vicente Azzurro, Luis Montoya, Genaro Santamaría y otros.
El objetivo de los conspiradores era aislar el esfuerzo colombiano y establecer la Nueva Granada como república autónoma.
Para ello, sus métodos eran maquiavélicos, con el fin justificando los medios: eliminar a otros para conseguir sus objetivos declarados era una cuestión de honor.
Sin embargo, el rumor de la bárbara tentativa llegó a oídos de los cumanes, así mismo no detuvo la decisión de llegar a Quito vía Pasto desde Popayán.
Una fecha importante en la cadena general de eventos fue el 13 de mayo de 1830. Ese día, Sucre salió de Bogotá con media docena de hombres relativamente leales.
El viaje pausado los llevó a través de pueblos peligrosos hasta llegar a Popayán a fines de mes.
El 28 de mayo de 1830, la marcha de Sucre continuó a pesar del aviso de magnicidio.
Por un lado, si el Gran Mariscal hizo caso omiso de las quejas de sus familiares, a medida que se daban a conocer los hechos de la muerte, José María Obando se llevó sus piezas.
Manuel Guerrero, el general José Hilario López y el comandante Mariano Antonio Alvarez planearon la jugada decisiva.
Le dieron la responsabilidad final al coronel Apollinare Morillo.
Correspondería a este soldado venezolano encontrarse con los sicarios contratados por Obando —José Erazo y el coronel Juan Gregorio Sarria— en el Salto de Mayo, lugar donde el mencionado Erazo tenía una modesta parada obligatoria.
En ese lugar los delincuentes accedieron a cumplir las órdenes dadas a Juan Cuzco ya los licenciados Andrés Rodríguez y Juan Gregorio Rodríguez.
Era Sucre y sus compañeros esperando para adentrarse en el bosque de Berruicos para fusilarlo.
Si Sucre ya estaba en Mercadores el día 1, al día siguiente pernoctaba en Salto de Mayo.
El 3 de junio se dirigió a La Venta.
El fatídico día 4 de junio de 1830, Antonio José de Sucre partió de madrugada y se adentró en el bosque de Berruicos.
Su fundición a presión.
Equidistante entre El Cabual y La Jacoba, unas 13 leguas antes de Pasto, fue muerto Sucre.
Cuatro tiros consecutivos en la cabeza, el cuello y el pecho parecen haber acabado con la utopía idiota de Estados Unidos.
Conocer cómo fue asesinado el heredero de Simón Bolívar con el asesinato de Antonio José de Sucre, y descubrir por qué las ambiciones de poder político y económico socavaron la unificación de la Gran Colombia, ayuda a develar otra clave de nuestro pasado.
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