con una espátula
En medio de la despedida de Sebastián Piñera en Chile, un sobreviviente de la tragedia detalla el accidente que acabó con la vida del expresidente y revela un incidente escalofriante. Fue entonces cuando, antes de despegar, el expresidente les explicó cómo actuar en caso de emergencia.
por Clarín
“Todo pasó muy rápido, caímos al agua y ahí pude abrir la puerta del helicóptero”, explicó Battista, hijo de Ignacio Guerrero, empresario y amigo de Piñera que viajaba como copiloto en el Robinson 44. El naufragio se produjo el pasado martes en aguas del exclusivo balneario de Rancor, a más de 800 kilómetros al sur de la capital, donde el expresidente veraneaba con su familia.
El joven de 23 años viajaba detrás de su padre con la hermana de Piñera. El estudiante de derecho recuerda que, antes de despegar, Piñera le explicó qué debía hacer por la puerta del avión en caso de emergencia, como la posibilidad de caer a un lago. Estas palabras rutinarias, similares a las instrucciones de una azafata a los pasajeros de un avión, fueron clave para mantener intacto el accidente.
Al iniciar el regreso – dijo Bautista – el problema se produjo apenas unos minutos después del despegue. “Por la mala visibilidad giramos hacia un lugar donde se podía ver mejor la costa y allí nos topamos con el agua”, dijo en la entrevista. Miércoles.
“Lo último que escuché fue que (Piñera) iba a cambiar de rumbo. Entonces podría haber dicho algo más, pero no lo escuché”, dijo el joven, quien, como el resto de los pasajeros, llevaba auriculares de aviación.
En cuestión de segundos, el avión se estrelló en el lago. Según Bautista, el impacto no fue fuerte, pero el helicóptero se inclinó en la dirección en la que se encontraba Piñera, quedando las puertas bajo el agua. Y en seguida empezó a hundirse. Eso explicará por qué el expresidente no salió a tiempo.
Más allá, la puerta está sobre el agua. En medio del nerviosismo y la tensión, Bautista recordó las anteriores palabras de Piñera. “Primero abrí la puerta, luego me desabroché el cinturón de seguridad y cuando el helicóptero estuvo lleno salí. “Mis audífonos se apagan solos”, dice.
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