Caracas Al Dia
“La elección de un Consejo Nacional Electoral (CNE) tan profesional, equilibrado y de alto nivel es una buena noticia para Venezuela”, subrayó al país un eufórico Nicolás Maduro tras tomar juramento a un nuevo árbitro electoral diseñado para él. Las elecciones presidenciales del próximo año.
Daniel Lozano // el mundo
El Caudillo Bolivariano presionó a uno de sus aliados más cercanos, Elvis Amaroso, jefe del CNE, quien, para colmo, estaba a cargo de la inhabilitación de líderes opositores para la Contraloría General de la República.
“El hándicap que más incapacita es el hándicap bueno. Esta es su recompensa por apaciguar a la dictadura”, criticó el crítico chavista Nimar Evans.
Gracias a la incompetencia de Amoroso, siempre al servicio del palacio de Miraflores, ni la conservadora María Corina Machado, que lidera todas las votaciones para las primarias opositoras de octubre, ni el centrista Henrique Capriles podrán participar en las elecciones presidenciales del próximo año. Amoroso está aprobado por los Estados Unidos.
“Es un inescrupuloso y está involucrado en el trabajo sucio”, dijo Juan Guaidó, el expresidente en ejercicio al que también se le prohibió el exilio.
En el banco de magistrados suplentes, otro de los chavistas de línea dura de Maduro, el general Fabio Xavierse, fue designado por la Corte Penal Internacional por “negociaciones y complicidad” en crímenes de lesa humanidad.
La oposición no olvida cómo Javarse, comandante general de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), autorizó un violento ataque de paramilitares chavistas en las mismas puertas del CNE contra sus diputados.
El polémico Amoroso, tal como lo define el líder opositor Luis Florida, estará acompañado de otros dos “maduristas radicales”. Se trata del coronel Carlos Quintero, el poder en la sombra del CNE en los últimos años, y hasta ahora secretaria de la legislatura revolucionaria, Rosalba Gil, viuda de Darío Vivas, otro miembro histórico de la facción pro Maduro del Partido Socialista Unido. Venezuela (PSUV).
Fue precisamente Celia Flores, la primera luchadora revolucionaria y esposa de Maduro, quien fue la encargada de dirigir con mano de hierro el proceso que llevó a la sustitución del anterior CNE por el actual, ambos bajo la fórmula de los tres revolucionarios. Dos adversarios, sin poder alguno para resistir la tiranía revolucionaria.
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