La Universidad de los Andes (ULA), además de todos los problemas presupuestales que limitan el mantenimiento y pleno funcionamiento de esta casa de estudios, también enfrenta una serie de robos, hurtos y constantes demoliciones en todos sus centros, situación que se ha incrementado debido a al progresivo resurgimiento de la pandemia de Covid 19. Tras la activación
Autor: Frida Guerrero
Además de los centros extranjeros ubicados en los estados Táchira y Trujillo, la Universidad de los Andes (ULA) cuenta con seis centros distribuidos en el estado Mérida. Desde la reanudación de las actividades privadas en estas casas de estudio, miembros de la comunidad universitaria vienen enfrentando constantes actos de hurto, vandalismo y vandalismo en diversos núcleos. Aún deben identificar si se trató de una banda criminal o si actuaron por separado.
En la Facultad de Arquitectura y Diseño de Mérida, cuando se reanudaron las actividades en 2021, los estudiantes tuvieron que ver las clases en la oscuridad, ya que equipos como computadoras y haces de video fueron robados junto con cables de alimentación en la facultad. La facultad ha estado a oscuras durante más de dos años, lo que ha afectado directamente a estudiantes y profesores, y actualmente la facultad cuenta con un solo nivel de luz.
Según el Observatorio Universitario, la ULA tuvo 47 hechos delictivos que fueron reportados en 2023, pero hay muchas víctimas que ni siquiera presentaron denuncia, así lo reveló Daniel Guillén, quien fue víctima de hurto. Núcleo La Liria en la Facultad de Humanidades y Educación del Estado Mérida. El joven acudió a la defensa de una tesis y aparcó su coche junto a la facultad durante unas tres horas. Cuando regresó notó que habían abierto su auto y se habían llevado sus pertenencias.
Guillén comentó que no se quejó porque tuvo que empezar con una carta al decano de la facultad y “fue mucho protocolo, no tuve tiempo ese día para tanto papeleo”. Como tal, se producen muchos robos en la universidad de los que no hay denuncias ni registros.
El propio rector Mario Bonucci ha condenado en varias ocasiones los incidentes de robo y violencia en la universidad. Durante el aniversario del Núcleo, Alberto Adriani hizo un llamado a las personas que viven cerca del mismo a ayudar con la delincuencia que azota a la universidad.
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En este núcleo, en 2018 más de 100 personas atacaron la finca La Judybana, un predio universitario destinado a profesiones agrícolas y veterinarias, y desde entonces, estudiantes y personal de la ULA han hecho reiterados intentos por recuperar el sitio sin éxito. , ya que no contaron con el apoyo de la Guardia Nacional ni del cuerpo policial.
“La comunidad del Centro Universitario Experimental Alberto Adriani es el héroe ullandés. En este momento trabajan sin luz, sin agua y sin conexión. El inframundo vaga felizmente, nos robaron, nos robaron, pero no pudieron quitarnos la voluntad. “Para seguir trabajando, no pudieron cerrar las puertas de esta importante institución, cuya mayor obra de rebelión. Sus puertas deben mantenerse abiertas”, dijo el rector en un video en el aniversario 16 de este núcleo.
También se sabe que los invasores han afectado las tierras de cultivo, destruyendo algunos cultivos restantes y acabando con más de 150 cabezas de ganado de la ULA, sin embargo, las fuerzas de seguridad ignoran la situación y no les prestan atención. queja.
Desde 2022, el Vicerrector del Núcleo Táchira, Omar Pérez Díaz, ha solicitado tanto a las autoridades policiales como a la alcaldía establecer un punto de seguridad cerca de las áreas universitarias, ya que personas que transitan por la zona han sido víctimas de robos en y alrededor del área. Edificios del campus universitario.
Además del robo y el vandalismo, el vandalismo a la propiedad universitaria es algo que esta institución sufre desde hace varios años y afecta a todos los que vivimos en la ULA. Las pérdidas de bienes patrimoniales robadas o vandalizadas no se pueden recuperar ya que los presupuestos otorgados a las universidades no cubren el mínimo requerido para mantenimiento, infraestructura y seguridad. Para 2024, la cuota fijada para la Universidad de Los Andes corresponde al 17,5% del presupuesto solicitado al Ministerio de Educación Universitaria, que apenas sustenta el pago de salarios y algunos gastos operativos.
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