Surgieron muchos interrogantes acerca de si la propiedad de la tierra y lo que en ella se producía podía estar por encima de la utilidad pública y el interés general; Dos hombres acusados de boicot fueron arrestados por la fiscalía luego de que se viralizaran videos que mostraban la destrucción de alimentos por “falta de acceso a gasolina”.
Alimentos como tomates, plátanos y zanahorias se han visto en imágenes arrojados a ríos o espacios vacíos. “No tengo suficiente gasolina para mover este producto”, dijo un productor.
Y es que la falta de combustible, aseguraron, no les permitía llegar a las grandes metrópolis para comercializar sus productos, porque les costaría.
Ante estas acciones, el Procurador General de la República, Tarek William Saab, envió un mensaje a través de su cuenta en la red social Twitter en el que designó a la Fiscalía Nacional 23 de Delitos Económicos para “investigar y sancionar” estas irregularidades que “provocan preocupación” al público y la agricultura. -Ataque a la seguridad alimentaria”.
Dos fueron detenidos desde allí. El primero fue el 18 de junio al productor Isnet Antonio Rodríguez Mambel, a quien se le ve en el filme arrojando una importante cantidad de zanahorias, hecho ocurrido en el municipio de Pueblo Llano en el estado Mérida.
Dos días después fue detenida Zhona Barzarte Trompetero, a quien se le vio arrojando una gran cantidad de tomates al río, hecho ocurrido en Caracas, estado Trujillo.
Se alega que ambas cuestiones violan lo dispuesto en la Ley Orgánica del Precio Justo, específicamente lo que se refiere al delito de boicot previsto en el artículo 55 del instrumento legal que prescribe una pena de entre 10 y 12 años de prisión.
Sin embargo, tras la investigación realizada y la actuación de una comisión de diputados de la Asamblea Nacional que se pronunció ante los presos y sus familiares; Ambos lograron obtener su libertad.
Una estrategia política
Tras estos incidentes, las reacciones de diversos actores políticos no se hicieron esperar. Uno de ellos fue el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) quien dijo en conferencia de prensa que “había algo político en la destrucción de alimentos”.
Aunque a los pocos días el presidente de la República, Nicolás Maduro, llamó a alguien a dañar los procesos productivos del país y mucho menos a involucrarlos en la guerra electoral.
“Que nadie intente dar un giro manipulador, muchachos, productores, agricultores, empresarios, no se dejen desviar del buen camino”, dijo Maduro desde el palacio de Miraflores.
Yarraqui Braulio Álvarez, como diputado de la Cortina Roja por el estado, uno de los parlamentarios en la reunión con los presos, aseguró que los productores se refirieron a ciertos personajes y grupos que participaron activamente en el golpe de Estado de 2002 y la ley de desarrollo agrario y de tierras. promovida e introducida por el entonces presidente Hugo Chávez.
Álvarez dijo a Ultimus Noticias: “Aprobaré allí esa sospecha y solicitaré la creación de una fiscalía especial con competencia nacional, con base en que estas familias pueden ser utilizadas con una acción política deliberada en este momento que vive el país”.
El dirigente del sector campesino también explicó que en las zonas rurales es muy común que algunos residuos de cultivos, conocidos como “fruta o pasila”, se conviertan en alimento para animales. Dependerá mucho de su calidad.
Sin embargo, según él, lo que plantea la pregunta es quién grabó la acción, que tendría un propósito que va más allá de llamar la atención sobre un problema específico.
“Si apilas el maíz, lo bueno es para la arepa, la nuca para el chancho y el pico para la gallina y la gallina. Eso lo entiendo, pero cuando se da la grabación, hay una acción deliberada que se propaga a nivel nacional e internacional”, dijo.
Los productores no tiran las cosechas
el productor de café Wilmer Granadillo que vive en Sanare, Estado Lara; También coincidió con la afirmación del diputado Álvarez porque no es común que un agricultor descarte su cosecha; Por el contrario, es una práctica muy común en beneficio de la comunidad.
Granadillo explicó que en su zona a este tipo de actividad se le conoce como “rastrogio” y es el acceso que tienen las personas para encontrar los productos que quedan después de que el productor ha retirado su cosecha.
“No es cierto que un productor va a botar la cosecha cuando el costo no es bueno, va a gastar la poca gasolina que tiene, va a pagar a trabajadores para que cosechen la cosa. Considero que fue algo muy mediatizado”, destaca Granadillo.
Sin embargo, advirtió que los productores dependen del combustible no solo para trasladar los alimentos a las grandes ciudades, sino también para todo el proceso de cuidado que implica el riego, la preparación del terreno y el transporte de los artículos.
Estamos en un “régimen especial”.
En ese sentido, Braulio Álvarez consideró que la acción investigativa del Estado venezolano ante estos hechos fue acertada, ya que el país se encuentra bajo un régimen especial debido a las medidas coercitivas aplicadas unilateralmente a la economía por parte de Washington y otras grandes potencias. Venezolano.
“Estamos en estado de guerra. Estamos en emergencia”, subrayó.
Por eso la matriz que pretendía imponerse en las redes sociales decía constitucionalmente, donde se decía que el productor podía hacer lo que quisiera con su cosecha (incluso tirarla) porque estaba en su tierra, incluso tirarla. .
Álvarez explicó que los artículos 115 y 116 de la Carta Magna garantizan los derechos de propiedad, pero también establecen la acción estatal para el consumo público, lo que no excluye la producción de alimentos, que es considerado un derecho humano.
“No es cierto que un dueño pueda hacer lo que quiera con las cosechas, que no es el caso de estos compañeros (…) pero detrás hay unos halcones que las pueden aprovechar”, subrayó.
Precisó además que existe una Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria, un instrumento jurídico especial con carácter orgánico, que se basó en el consumo y cuidado de los alimentos.
La organización es clave
El diputado Álvarez instó a los productores venezolanos a buscar formas de organización que permitan al Estado venezolano solucionar este problema con canales regulares abiertos.
Recordó que con la vicepresidenta Delcy Rodríguez se ha conformado una comisión permanente para estudiar el costo de las mercaderías, por lo que hay canales para presentar cualquier necesidad que afecte al sector.
“Acá vino la marcha de cafetaleros, cañeros y graneleros y se sumaron y tenían unos contratos”, explicó Álvarez.
Por eso, espera que la solución a los problemas energéticos de los productores ya no dependa de los servicios municipales o estatales, sino que sea acaparada por un censo para este sector.
También espera que con la recuperación de la empresa venezolana de producción de insumos agrícolas Monomeros, con sede en Colombia, y que está rescatando a Pequiven; Contribuye al desarrollo agrícola del país.
“Nuestra bolsa de NPK no estará a $10, eso es cierto, pero tampoco podemos conseguirla a $80. Va a mejorar, esperamos que mejore el próximo año”, enfatizó el diputado.
Por su parte, Granadillo dijo que actualmente se están realizando reuniones con varios niveles de gobierno y productores para tratar el tema del suministro de combustibles.
“En este momento estamos en múltiples despliegues, atendiendo a los productores, buscando iniciativas, propuestas que nos permitan avanzar con planes especiales de distribución de energía en el sector agropecuario”, agregó.
El presidente Nicolás Maduro anunció hace unos días la creación de un fondo especial de financiamiento para pequeños productores del país, así como para mejorar caminos y bancarizar el sector productivo.
Venezuela ha incrementado su producción de alimentos en un 94% al 2022 para más de 7 millones de hogares a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
un viejo hábito
Hay muchos ejemplos en los que el acceso a los alimentos se utiliza como arma de guerra para derrocar a los gobiernos de izquierda.
En 1972 el gobierno del presidente chileno Salvador Allende, quien había desarrollado estrategias para asegurar la alimentación de su pueblo, especialmente niños y jóvenes, comenzó a mostrar dificultades.
Un aumento adoptado por los Estados Unidos condujo a una mayor inflación, escasez de alimentos y devaluación de la moneda, lo que hizo que los bienes fueran más caros de comercializar.
Largas filas comenzaron a formarse en todo el país para que la población se abasteciera. “Esta situación fue utilizada por los opositores políticos del gobierno para exhibirla públicamente y tuvo una importante cobertura mediática”, recordó la Biblioteca Nacional de Chile en su sitio web en el Departamento de Memoria de Chile.
En Venezuela, durante el período conocido como Cuarta República, recordó el diputado Álvarez, también hubo evidencias de que sectores empresariales destruyeron alimentos como la leche o el maíz para buscar “mejores precios”.
“Nosotros en el gobierno ciertamente tenemos alguna responsabilidad, pero ¿qué pasa con el bloqueo aquí? ¿Qué está pasando aquí con el robo de nuestras divisas? Un país que dice que tenemos secuestrados 170 mil millones de dólares, no nos deja movernos, ni para comprar medicinas, ni para hacer convenios de intercambio de alimentos”, cuestionó el parlamentario.