La Selección Vinotinto de Venezuela finalmente ha logrado regresar a Caracas desde Perú luego de encontrar problemas logísticos y sufrir condiciones adversas durante la gira. El ministro de Relaciones Exteriores, Iván Gill, informó que el gobierno peruano había facilitado el suministro de combustible y levantado las restricciones que permitieron la salida del partido y su delegación.
Despegue tras esfuerzos diplomáticos
Luego de quejas públicas y acciones diplomáticas, el canciller mostró su apoyo al gobierno peruano al ordenar el reabastecimiento de combustible del avión YV645T, permitiendo el despegue en Caracas. La resolución de Petro-Perú, que bloqueó los servicios terrestres para aviones venezolanos, será derogada según lo prometido.
Obstáculos en el camino de regreso
Pese a estos esfuerzos, las autoridades peruanas bloquearon inicialmente el suministro de gasolina a la aeronave, provocando un retraso inusual. Estas restricciones comerciales generaron polémica y dificultaron el itinerario del equipo.
Contexto de discriminación y violencia
El periplo de la Vinotinto estuvo marcado por episodios de violencia, discriminación y hostilidad en el Perú. Las autoridades peruanas alentaron abusos hacia la selección y los aficionados venezolanos en el Estadio Nacional de Lima. Las acusaciones van desde controles de inmigración hasta violencia física contra jugadores y fanáticos.
DECLARACIÓN CONMABLE
El CONMABLE condenó estos actos de violencia, racismo, xenofobia y discriminación. En un comunicado, la confederación rechazó cualquier forma de agresión y se comprometió a cooperar para erradicar tales comportamientos, mientras que la organización de las eliminatorias para el Mundial es responsabilidad exclusiva de la FIFA.
A pesar de los desafíos, el regreso de la Vinotinto a Venezuela desde Perú es una señal de superación de la adversidad. Sin embargo, estas desafortunadas experiencias enfatizan la necesidad urgente de una acción global para eliminar la violencia y la discriminación en los eventos deportivos. Es imperativo que organismos como la FIFA y la CONMEBOL tomen medidas firmes para garantizar un entorno seguro y respetuoso en el fútbol, protegiendo así la integridad de los equipos y los aficionados.