El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, firmó hoy el Decreto Ley para atraer y promover inversiones para el desarrollo productivo con la creación de zonas francas en el país andino.
Es la segunda disposición emitida por el ejecutivo tras la conveniente declaración de muerte en cruz para disolver la Asamblea Nacional (Parlamento).
Ahora, el texto pasará a la Corte Constitucional (CC) para su aprobación. Sin embargo, el órgano judicial aún no se ha pronunciado sobre la reforma tributaria que aprobó el presidente de Ecuador el mismo día en que se anunció la causa de la muerte cruzada.
En el Palacio de Carondelet (sede de gobierno), el ministro de Hacienda, Pablo Arosemena, anunció que, mediante la creación de una reforma legal en 2010, solo el Estado está autorizado a establecer zonas francas en Ecuador, denominadas Zonas Especiales de Desarrollo Económico. (Zedé)
Bajo este nuevo reglamento -explicó- las zonas pueden ser creadas por empresas privadas, públicas o mixtas. Dijo que los inversores decidirán.
De igual forma, la funcionaria explicó que Jaydee obtendrá exenciones en el pago de impuestos al comercio exterior como aranceles, a excepción de las tasas por servicios aduaneros.
Por su parte, el ministro de la Producción, Julio Prado, dijo que la ley busca crear un espacio competitivo sin excluir la inversión local, pero atrayendo la inversión extranjera.
Quieren crear paraísos fiscales
Sin embargo, el economista y excandidato a la presidencia de la República, Andrés Arauz, advirtió que el gobierno de Lasso quiere desregular las zonas francas y que son las empresas las que proponen crearlas para que sean automáticamente aprobadas.
En declaraciones a Radio Pichincha, el político explicó que, en esto, se han sumado zonas francas financieras para que Ecuador se convierta en un paraíso fiscal, señaló, beneficiando a los bancos y facilitando el lavado de drogas.
Es arriesgado para la seguridad pública, pero rentable para los banqueros, advierte.
Con la activación de la cruz de la muerte que disolvió la legislatura, Lasso solo podía dictar decretos en materia económica que pasaban por revisión de la Corte Constitucional.