El poder de penetración de la televisión es innegable. La voz y los ojos aportan la mayor emoción en cualquier evento, grande o pequeño, ya que es el único vehículo de comunicación que permite ver y oír todo lo que sucede en tiempo real. por lo tanto, Su imagen es responsable de crear una indignación colectiva con poder e influencia..
El Mundial, por ejemplo, es el equivalente a los Juegos Olímpicos en cuanto a espectáculo Y supera públicamente con audiencias agradecidas otras retransmisiones internacionales, como la distribución de los Oscar, la selección de Miss Universo o la ceremonia de los Grammy. La razón fundamental tiene que ver con la autenticidad, saber que estamos asistiendo a una competición donde los mejores futbolistas del mundo se miden haciendo gala de destreza, destreza e inteligencia y dan lo mejor de sí para alcanzar la gloria de la victoria.
Es imposible escapar de este estigma. Ni siquiera más allá del ámbito de esas horas que pasamos frente al televisor. En todos los lugares públicos, desde los más grandiosos hasta los más modestos, no faltan pantallas -grandes o pequeñas- que son como auténticos imanes, atrayendo a fans y a los que no lo son tanto. Todos disfrutan de la inolvidable experiencia de emociones compartidas por ellos mismos y por extraños a través del vínculo común que brinda la televisión..
Esta zona fue la preeminencia del imperio de Lázaro Candal, quien se ganó su reputación por el singular sentido del humor que sustentaba su estilo narrativo. Hemos disfrutado de sus éxitos y fracasos tanto en el Mundial de fútbol como en los Juegos Olímpicos. Cuando se equivocaba, no dudaba en admitirlo recurriendo a alguna de sus divertidísimas salidas. Cada vez que lo veíamos, a través de la televisión Radio Caracas, Venevisión o cualquier otro stand donde nadaba magníficamente como pez en el agua, nos preguntábamos: ¿cuál será la frase que Lázaro popularizará en esta ocasión? ¿Es su “¿qué hiciste papá?” O “¡Y mañana, oh mañana!”?
Cada vez que lo veíamos, a través de la televisión Radio Caracas, Venevisión o cualquier otro stand donde nadaba magníficamente como pez en el agua, nos preguntábamos: ¿cuál será la frase que Lázaro popularizará en esta ocasión? ¿Es su “¿qué hiciste papá?” O “¡Y mañana, oh mañana!”?
Mientras que sus otros compañeros en la narrativa deportiva se describieron a sí mismos, no pocas veces con notoria pedantería, como más “técnicos” y “conocidos”. Nadie podría superar la popularidad y el atractivo de este gallegoQue cada aparición suya las tomaba a todas por los cuernos.
Carta de presentación irremplazable
Ni que decir tiene que cuando le llegó el momento de retirarse a vivir en su Galicia natal, A Coruña, Transmitir estos eventos desde Venezuela, ya sean Juegos Olímpicos o fútbol, nunca ha sido lo mismo. Al menos en términos de autenticidad y chispa, dos cualidades que Lázaro Candal destila a raudales. Fue su carta de presentación única e irreemplazable, un diferenciador poderoso y convincente. Nunca encontró, en su estilo ingenioso, rivales fuertes que se acercaran siquiera al afecto que le profesaba su vasto y agradecido público. El público que lo siguió con devoción y celebró cada uno de sus eventos. Fue sin duda uno de los profesionales más imaginativos, divertidos y atractivos de su campo.
Antonio Lázaro Candal Bravo, que era su nombre completo, falleció este miércoles 23 de agosto, de 91 años, en A Coruña. La triste noticia la supimos a través de su hijo, el periodista deportivo de DirectvSports, Alex Kendall, quien la anunció en redes sociales con un sentido mensaje:
“Con profundo dolor lamento informarles que mi padre acaba de fallecer, falleció en paz para rodearnos. Siento una pena infinita, que sólo me consuela de que ahora esté con mamá. Venezuela te ama tanto como tú la amas. El amor siempre gana. Te amo, papá.”
Nacido el 4 de diciembre de 1931, Pasó su infancia en Galicia, donde se inició en el periodismo deportivo.Como corresponsal de un periódico antes de llegar a Venezuela en 1960 Voz de Galicia y marca.
En Venezuela desarrolló una amplia y consistente actividad y se convirtió en ciudadano de nuestro país, en el que nunca se cansó de sentirse él mismo. Además de su labor en radio y televisión, yEscribió reportajes de entretenimiento para los diarios Últimas Noticias, El Mundo y El Universal..
sin embargo, Siempre será recordado por el Mundial que cubrió y describió con su peculiar acento gallego.Que fueron Alemania 1974, Argentina 1978, España 1982, México 1986, Italia 1990, Estados Unidos 1994, Francia 1998, Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.
También Describieron los Juegos Olímpicos para Venezuela 1984, 1988, 1992, 1996 y 2000.
Era un gran amigo Alfredo Di Stéfano. La conoce cuando el futbolista es secuestrado por los primeros guerrilleros urbanos durante una visita a Caracas.En 1963. Kendall dio la primicia de la noche el mundoque apareció en su portada así como en el diario madrileño Marca, del que fue corresponsal.
De su vasto catálogo de logros y elogios, hay que decir que fue Finalista Premio Internacional Príncipe de Asturias Y escribió tres libros: “El fútbol es risa y poesía” (2003), “El fútbol es” (2006) e “Historia de la Vinotinto” (2014). Y dejó dos inéditos: “Poesías y futbolerías” y “Qué hiciste papaíto”. Algunos de sus hitos:
- A partir de 1969 condujo el programa “Carrusel Deportivo” de la cadena de radio española Ser durante 30 años.
- Desde 1967, y durante 33 años, ha narrado todas las Copas Libertadores.
- Durante 20 años presidió la Pequeña Liga Nacional de Fútbol.
- Todos los Mundiales de fútbol y Juegos Olímpicos que transmite por radio y televisión también fueron cubiertos por los diarios Ultimus Noticias y El Mundo.
Origen de una frase
En cuanto a cómo se le ocurrió su frase más famosa, el mismo narrador Julián le dijo al periodista Jesús Enrique Lille:
“En el Mundial de España de 1982, ‘¡Qué has hecho, papá!’ Se corrió la voz. Fue un juego entre Brasil y la Unión Soviética. Al marcador diestro de Brasil, Leandro, se le perdió un balón y casi le marca y le dije ‘¡qué has hecho papá!’ Y me quedé callado, porque no me parecía prudente contárselo a un hombre así, pero resulta que a todos les gustó y sobreviví. En ese mismo partido me preguntaron qué significaban las siglas CCCP en los uniformes del equipo soviético y dije que eran palomas cucurrucucú”.
Al marcador diestro de Brasil, Leandro, se le perdió un balón y casi le marca y le dije ‘¡qué has hecho papá!’
Lázaro Kendall
Buen partido con Di Stefano
Para entender a Candall hay que recordar este relato de Carlos Peralta, periodista de La Voz de Galicia:
En un partido el balón acabó en un sector lleno de aficionados británicos, algunos de ellos borrachos. Después de perder de vista la pelota, Kendall pregunta dónde está la pelota. “Se lo están bebiendo”, respondió Alfredo Di Stéfano. La Saita Rubia fue su compañera de viaje en varios Mundiales, en los que Argentina, campeona de la antigua Copa de Europa, apenas destacó. Sí, lo hizo al lado de Papaito. Estaban a un tándem del micrófono. “Era un ser extraordinario, genial.“, dijo Lázaro sobre él, ya retirado y regresado a A Corona.
El sentido del humor era un vínculo común entre los dos. Vela se rió de la vida. Tanto es así que le presenta a Di Stéfano a su secuestrador, Paul Del Rio. Todo quedó en una anécdota y hasta Argentina se llevó un regalo del hombre que la secuestró hace años.