La crisis económica afectó gravemente a los libreros y librerías del país porque la gente no tenía suficiente para comprar el texto. Sobreviven de la venta de publicaciones de segunda mano y de la escasa producción literaria del país.
El presidente de la Cámara del Libro de Venezuela, Julio Mazparote, advirtió que en Venezuela no hay dinero para comprar libros, ya que hay fortunas para comprar libros en pequeñas cantidades. En ese sentido, advirtió que sólo quedan 25 de los 110 afiliados que existían hace 13 años.
Además, de las 25 editoriales de libros de texto existentes en el país, sólo ocho están activas.
Según la agencia Reuters, editoriales y librerías venezolanas venden textos usados y algunos libros nuevos de autores venezolanos para escapar de la crisis económica que sufre la nación, desde las medidas tomadas por la administración de Nicolás Maduro sobre el intercambio, las importaciones y la forma de distribuir libros de texto escolares. , han afectado al sector.
Al parecer, la migración forzada ha ayudado a aliviar la escasez de libros de texto, ya que quienes se van en busca de un mejor nivel de vida los abandonan o los venden.
Según Rómulo Castellanos, quien dirige la Gran Pulpería de Libros Venezolanos, insiste en que la oferta de textos se debe a la emigración de personas. En su tienda puedes conseguir libros por entre uno y tres dólares; Donde el salario mínimo ronda los cinco.
Los bibliófilos sin dinero tienen esperanza gracias a un hombre: Francisco Suárez, de 60 años, que dirige una pequeña tienda en el centro de Caracas.
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“Si necesito regalarlo no hay problema”, afirma Suárez, que suele dejar libros en el polideportivo de su localidad y en plazas cercanas y reparte textos de Miguel de Cervantes o del poeta Miguel Hernández en el autobús.
“Si alguien dice que no tiene dinero, se lo daré”, dijo. “Los libros son mágicos”.
El sector del libro ha sido el más afectado por el colapso económico de Venezuela. En 2013, la Comisión Nacional de Administración de Moneda (CADV) dejó de dar dólares preferenciales a los precios de los libros, lo que dejó estantes vacíos para la venta de nuevos textos, explicó Mazparot.
“Los libros han desaparecido del mercado venezolano”, dice Ignacio Alvarado, propietario y librero de la librería Libraria Express desde hace 18 años. Culpó del cierre a los importadores y distribuidores de libros, pero también consideró que no había mercado para los libros en el país. “El público no existe. Buena parte se ha ido y el que queda no tiene dinero para comprar libros. El resultado es que las librerías en Caracas están muertas”, afirmó en un artículo publicado a principios de junio. decual.
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