con una espátula
En una gran casa de campo construida en una de las urbanizaciones más famosas del este de Caracas, los murmullos y las risas irrumpieron en el silencio que dejó la migración.
Por Raylí Luján / bloomberglinea.com
No son residentes, pero son asiduos visitantes de un espacio que se ha transformado en un modelo de negocio para emprendedores, que quieren mostrar sus marcas sin la dependencia de locales comerciales y el riesgo financiero.
La casa familiar, cuyos principales dueños son parte de los 7 millones de venezolanos actualmente en el exterior que han huido de la crisis socioeconómica de Venezuela, ya no sirve para lo que fue diseñada.
Sus años de residencia en un sector residencial para la clase media alta caraqueña quedaron en el pasado, incluso antes de la pandemia, cuando a Carolina León, empresaria joyera del país, se le ocurrió la idea de utilizar el espacio para ofrecer sus productos. .
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