El número de muertos por las fuertes lluvias en el sureste de Brasil desde el viernes pasado llegó a 25 a principios de esta semana, mientras que fuentes oficiales confirmaron otras 13 muertes en el estado de Espíritu Santo.
La nueva víctima, que se suma a otras 4 confirmadas el sábado en la región, se registró en las últimas 24 horas en la localidad de Mimoso do Sul, la más afectada por la tormenta en Espíritu Santo.
En todos los casos, la causa fueron deslizamientos de tierra que arrasaron viviendas ubicadas en cerros y en zonas de alto riesgo.
La noche de este viernes, las tormentas se extendieron y castigaron varias regiones del sureste del país, pero tuvieron especial impacto en la región montañosa, ubicada a unos 100 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro.
En esa región montañosa, cinco de las muertes confirmadas se registraron en el estado de Río de Janeiro, debido a deslizamientos de tierra provocados por las lluvias, con tres muertes más en la zona de Río de Janeiro.
Aunque la lluvia ha cesado, Río de Janeiro y Espíritu Santo seguían este domingo en ‘alerta’ y las autoridades acuartelaron a efectivos de los bomberos y de la defensa civil.
El servicio meteorológico advirtió que las tormentas podrían expandirse a otras regiones del sureste de Brasil, como los estados de São Paulo y Minas Gerais, pero, aunque en esas regiones cayeron lluvias, la intensidad no fue la esperada y no se registraron víctimas ni daño material.