El mundo entero reaccionó ante el brutal ataque que sufrió el expresidente estadounidense Donald Trump durante un mitin en Butler, Pensilvania, el sábado por la tarde, mientras gobernantes y expresidentes de todo el mundo se presentaban. Solidaridad con la República.
Lo propio hicieron el candidato de Unidad, Edmundo González Urrutia, y la dirigente opositora venezolana María Corina Machado, quienes tampoco fueron ajenos a lo que podría ser una tragedia para la democracia norteamericana.
“Rechazamos el ataque al expresidente de Estados Unidos Donald Trump. Hay que dejar atrás la violencia política en todo el mundo”, escribió González en su cuenta de Twitter (X).
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También recordó que Venezuela “sufría los efectos de la violencia a lo largo de los años y deseamos un futuro de honor y paz para toda la región”.
“Nuestra solidaridad está con el pueblo de Estados Unidos”, agregó el ex diplomático y abanderado de la MUD y la UNT.
Por su parte, Machado condenó el ataque y envió toda su solidaridad al expresidente estadounidense y al pueblo estadounidense.
“Los venezolanos, víctimas de la más cruda y sistemática violencia política, queremos vivir en paz y civilización democrática en nuestro país y en América”, afirmó.
Trump se siente “bien”.
La campaña de Trump dijo en un comunicado que el expresidente se encontraba “bien” después del tiroteo en Butler, Pensilvania.
“El presidente Trump agradeció a las fuerzas del orden y a los socorristas por su rápida acción durante este acto atroz”, dijo el portavoz Steven Cheung en un comunicado.
“Está bien y lo están examinando en un centro médico local. Más detalles seguirán”, añadió el portavoz.
Por su parte, el Servicio Secreto emitió un comunicado confirmando que “el expresidente se encuentra a salvo”.
Momento de emoción en Butler
El incidente ocurrió mientras Trump mostraba un gráfico del número de cruces fronterizos cuando aparentemente comenzó el tiroteo.
Se escucharon explosiones mientras hablaba el expresidente. Trump dijo “Oh” y se llevó la mano derecha a la oreja derecha mientras la gente que estaba detrás de él miraba con asombro.
Se escucharon dos estallidos rápidos más y se agachó. En ese momento los agentes del Servicio Secreto se amontonaron encima de él para protegerlo con sus cuerpos. Otros agentes están apostados en el lugar para localizar y contener la amenaza.