Jenny Moreno, el único sobreviviente y hermano de uno de los pescadores que murieron en el naufragio de My Girl Karina, dijo que los caveros (compradores de pescado) pagaban 80 centavos por kilo de las especies que pescaban. Tomar hasta 24 horas.
Porlamar. Los pescadores de la Isla de Margarita se sienten completamente desamparados cada vez que salen a pescar en busca del sustento de sus familias, encomendándose siempre a Dios ya la Virgen del Valle.
Jenny Moreno, hermano del único sobreviviente y uno de los fallecidos en el naufragio de la Mi Niña Corina Penero, asegura que en toda actividad pesquera el riesgo supera la ganancia.
“Los caveros (compradores de pescado) nos pagan solo 80 centavos por kilo de las especies que pescamos, ni siquiera un dólar. ¿Qué nos queda a la familia?”. Moreno se sorprende.
Moreno es un pescador artesanal de La Isleta, zona de donde zarpó la referida embarcación. Destacó que enfrentan enormes riesgos siempre que se hacen a la mar sin equipos de salvamento como chalecos salvavidas, GPS, geolocalizadores y teléfonos celulares que, de acuerdo con las normas mínimas de navegación, deben llevar a bordo. Ser capaz de localizar y rescatar cualquier situación inesperada.
Aunque desconoce el precio exacto, afirma que el costo de estas herramientas es muy alto y difícilmente pueden pagar gasolina a precios internacionales para realizar un trabajo. Necesitan al menos 180 litros para penetrar una distancia de 20 millas náuticas.
El gobierno destina 120 litros por mes a través de su sistema Patria y esto se consume en un solo viaje en lancha.. “Tenemos un déficit de 60 litros que hay que pagar a precio internacional, porque sino no alcanza para devolver”, explicó.
A esto hay que sumar el costo del aceite, mantenimiento de motores y penero, así como artes de pesca, cebos, permisos. Pero a pesar de la tensa situación, cuando regresaron con la atrapada, enfrentaron exigencias Las autoridades marítimas exigen que al menos el 10% sea capturado.
El apoyo del gobierno es escaso
Carlos Martínez, único sobreviviente de la más reciente tragedia marítima del Margarita, lamentó la falta de solidaridad del gobierno ante la desgracia que lo dejó junto a su hermano Jorge y su sobrino Carlos Rivas, de quienes días después se desconocía su destino. Ahogamiento de Peniro.
Una vez que las olas nos volcaron y nos encontramos en el agua, vaciamos las bombas de gasolina, las apagamos para convertirlas en flotadores que nos permitieran tener algo para sostenernos en el agua”, relató vía telefónica.
A continuación, consideraron nadar en tierra en Margarita, pero su sobrino Carlos, el menos experimentado, “se echó atrás”.
Ante el dilema de dejarlo solo, Jorge le dijo que él estaría allí cuando Carlos regresara con una ayuda que, lamentablemente, nunca llegó.
Nadé durante más de ocho horas y llegué a La Isleta alrededor de las 9:30 p. m. e informé a la familia. Armaron los botes y fueron a buscarlos y me llevaron al hospital y no supe nada más, hasta el otro día que me devolvieron a mi casa”, agregó Martínez.
Indicó que los días previos a la tragedia de My Girl Corinna iban bien, gracias a que la pesca se recuperó después de casi seis meses sin capturas.
“Los muchachos lograron pescar 1.200 kilos de pescado ese día, cuando las olas nos golpearon y la embarcación se hundió. El resto ya lo sabemos”, dijo.
Los resultados del trabajo que terminó en desgracia dejaron solo $800 para repartir entre la decena de integrantes de su embarcación, quienes hoy comparten el dolor por la pérdida de dos de sus familiares.
Planearon un buen mercado para repartir entre todos.
“No solo hemos perdido a mi hermano y a mi sobrino Carlos, que es el dolor más grande que sentimos Somos 12 familias que dependíamos de ese barco para nuestro sustento y ahora no sabemos cómo afrontaremos el futuro.Porque no hay que comprar otro peiro y menos motor”, lamentó.
Agradecido con los pescadores
Jenny Moreno señaló que varios pescadores le prestaron un penero para transportar el cuerpo de su hermano Jorge, ya que las autoridades marítimas se negaron a llevarlo a las costas de La Isleta, donde vivía.
Confirmó que las autoridades no participaron en las labores de rescate y ni siquiera dieron un litro de gasolina para buscar a sus familiares.
Argumentaron que las embarcaciones no tenían combustible y no tenían permiso de sus superiores para buscar sobrevivientes o cuerpos. De la misma familia, los pescadores, el señor Arsenio Rodríguez y Prieto, quienes nos facilitaron la lancha, pero salieron con nosotros a buscarlos”, dijo.
Moreno insistió en que compraron gasolina y estuvieron toda una semana buscándolos, finalmente el viernes a las 4:30 pm encontraron el cuerpo de su hermano Jorge en la playa de La Punta en la isla de Coche, en el momento en que estaban. volviendo a Margarita..
“Cuando llegamos, informamos a las autoridades y como cuatro horas después vinieron y examinaron el cuerpo y nos dijeron que teníamos que llevar el cuerpo porque no podían hacerlo”, dijo Moreno.
A pesar de su insistencia, tuvieron que subir el cuerpo de Jorge a la barca monomotor que les prestaron y, cargados de gente, partieron hacia Margarita.
¿Cómo podemos llamarlo? ¿No somos ciudadanos que merecemos el apoyo de la Autoridad del INEA, la Capitanía Marítima y el Ministerio Público? Pero nadie apareció”, dijo Moreno.
Ante la dura realidad que acaban de afrontar, los familiares de los pescadores de La Isleta insisten en que es importante que el Gobierno central evalúe la situación de indefensión en la que se encuentran, ya que navegan sin protección, para poder cumplir con todas las normas de pesca artesanal Necesito ayuda.
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