El gobierno de Nicolás Maduro descartó la política de exención de impuestos que beneficiaba a los comerciantes que importaban bienes del exterior. Esta medida busca aumentar los ingresos fiscales, pero también tendrá un impacto negativo en el precio y la disponibilidad de los bienes importados.
Según el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIT), en 2023 se recaudaron $5.749 millones en impuestos. Para este año, Maduro pretende duplicar esa cifra a 10.000 millones de dólares, lo que indica un endurecimiento de la recaudación de impuestos.
Ante esta nueva situación, el economista Aldo Contreras Diario Versión Final dijo que productos como repuestos automotrices, caucho y medicamentos, que antes estaban exentos del impuesto al valor agregado (IVA) y aranceles al ingresar a Venezuela, ahora enfrentarán una carga tributaria más dura. . . Este ajuste puede incrementar el precio de los bienes importados hasta en un 30%, lo que puede afectar directamente al poder adquisitivo de los ciudadanos.
Las restricciones a los envíos y la reducción de las opciones de compra marcan esta nueva etapa. El profesor universitario y economista Pablo Polo destacó que ciertos gremios se ven afectados por las restricciones impuestas por el Senado, complicando particularmente la importación puerta a puerta de bienes como maquillaje, tecnología, celulares usados, refrescos y medicamentos.
La necesidad de fondos adicionales para el gobierno está estrechamente relacionada con las elecciones presidenciales previstas para este año. Según los expertos, la intensidad de la recaudación de impuestos busca asegurar recursos para bonificaciones, campañas electorales y aumento del gasto público, creando percepciones de bienestar entre la población. Las adquisiciones no petroleras cobran relevancia en este contexto, pero la viabilidad de duplicarlas a 10.000 millones de dólares plantea dudas, ya que están sujetas al crecimiento de la actividad económica.
En este escenario de aumentos de impuestos, Aldo Contreras destacó que Venezuela ya enfrenta altas tasas impositivas. En la estructura de costos de un concesionario de vehículos, el 54% corresponde a impuestos, panorama que contrasta con las economías avanzadas donde estos no superan el 20%. Advierte que estas medidas pueden resultar onerosas para las empresas, debido a la necesidad de evaluar los resultados.
El sector agrícola, representado por la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedegro) y la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), solicitó una exención del impuesto a la renta. Dada la incertidumbre tras la eliminación de la exención fiscal, los fabricantes temen un posible impacto en su capacidad productiva y económica. La espera continúa hasta la publicación en el Diario Oficial, donde se detallarán los productos exentos y los gremios que enfrentarán una mayor carga tributaria en esta nueva realidad financiera.