con una espátula
Terrence Antonio James – Chicago Tribune
En 1985, Chicago, Illinois, se convirtió en una ciudad santuario cuando el alcalde Harold Washington ordenó a los funcionarios locales que no cortaran los servicios de la ciudad y prohibieran investigar y procesar a personas por su estatus migratorio. Sin embargo, ante la llegada de miles de extranjeros, algunos miembros del consejo municipal propusieron medidas para debilitar o cancelar este estatus de “santuario”, lo que provocó un acalorado debate.
para la nación
Esta semana, el Concejo Municipal sometió a votación en el referéndum del próximo año la cuestión de si Chicago debería renunciar al estatus de ciudad santuario. Muchos han pedido que se reconsidere en respuesta a la reciente afluencia de más de 20.000 inmigrantes, pero otros argumentan que estas protecciones no son relevantes para la crisis actual.
Por su parte, los habitantes de Chicago han expresado su enojo porque la ciudad está abrumada por la crisis migratoria. El martes, los manifestantes cancelaron una reunión del consejo municipal para permitir que los residentes decidieran si la metrópoli conservaría su estatus. Los manifestantes gritaron y reprendieron a los concejales, enojados porque se estaba gastando dinero en refugios, informó Fox News.
Los ánimos estaban tan calientes que la presidenta del Comité de Reglas, Michelle Harris, ordenó que se desocupara la sala y se suspendiera la reunión hasta el 16 de noviembre. El concejal Anthony Beale dijo: “Gastamos mucho dinero todos los días. Creo que hasta 40 millones de dólares”.
Chicago, una ciudad dividida por su estatus de santuario
El alcalde Brandon Johnson reconoció que ser un santuario es una fuente de división, especialmente porque hay más inversión en servir a los inmigrantes, incluido refugio para el invierno. Los que atacaron la última reunión fueron en su mayoría afroamericanos, molestos porque el dinero no iba a parar a las comunidades pobres. Según estimaciones de políticos demócratas, Chicago gastará alrededor de 255 millones de dólares este año en la crisis de inmigrantes.
Al respecto, Kathleen Arnold, directora del Programa de Refugiados y Migración Forzada de la Universidad DePaul, dijo a WBEZ Chicago que el término santuario sería mal utilizado: “He visto varias declaraciones de gobernadores como Greg Abbott y Ron DeSantis, y han hizo una conexión falsa. Que este refugiado o afluencia es provocado por la condición de santuario (…).”
Leer más en La Nación