El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, rechazó hoy el uso de la fuerza para resolver el conflicto en la capital, citando la ampliación del conflicto armado entre Rusia y Ucrania.
“Rechazamos enérgicamente el uso de la fuerza para resolver conflictos”, dijo Lula en un discurso en la jornada inaugural de la III Cumbre entre los Estados de América Latina y el Caribe (SELAC) y la Unión Europea (UE).
Señaló que Brasil apoya iniciativas promovidas por varios países y regiones, “para un cese inmediato de hostilidades y una paz negociada”.
Para Lula, el conflicto en Ucrania es “una confirmación de que el Consejo de Seguridad de la ONU no está prestando atención a los desafíos actuales para la paz y la seguridad”.
Considero que invocar sanciones y bloqueos sin el amparo del derecho internacional sirve para “castigar a las poblaciones más vulnerables”, en referencia a las acciones de algunos países, incluida la Alianza Europea, contra Moscú.
También en su discurso, el presidente brasileño señaló que las preocupaciones ambientales no pueden usarse para justificar el proteccionismo comercial.
“La defensa de los valores ambientales, que todos compartimos, no puede ser excusa para el proteccionismo. La asequibilidad estatal es una herramienta fundamental para la inversión en salud, educación e innovación”, señaló.
Clima y Conservación de la Amazonía
Advirtió que “proteger la Amazonía es un deber. La deforestaremos para el 2030. Pero la selva tropical no puede ser vista solo como un santuario ecológico.
Durante la jornada, pero en las horas previas, el exsindicalista admitió que espera cerrar el 2023 con un acuerdo equilibrado entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la UE.
Durante su discurso de apertura en el Foro Económico previo a la tercera cumbre de la CELAC y la UE, aseguró que Brasil hará su parte en temas climáticos.
“Hay un compromiso de deforestación cero en la Amazonía al 2030. Es un compromiso que se asume antes, durante y después de las campañas políticas”, dijo.
Las negociaciones para un acuerdo entre la UE y Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) se completaron parcialmente en 2019. Sin embargo, este año, los europeos enviaron una carta adicional imponiendo sanciones en temas ambientales, que Lula llegó a catalogar como una amenaza.
Por su parte, Ursula von der Leyen, de la Comisión Europea (el poder ejecutivo de la UE), señaló que un acuerdo entre los dos bloques estaba al alcance y que los europeos “quieren resolver las diferencias restantes lo antes posible”.
Anunció 45 mil millones de euros de inversión en América Latina y el Caribe en proyectos que van desde energía limpia hasta vacunas.