Los familiares pidieron a las autoridades que realicen una investigación adecuada sobre el incidente y liberen al grupo de adolescentes detenidos. Del primer grupo de 21, sólo ocho hombres permanecen en la unidad asistencial de Caracas
Un grupo de madres, padres y hermanos de ocho adolescentes detenidos por protestas postelectorales en Caracas exigieron el viernes 13 su liberación inmediata. Se violó el derecho a la presunción de inocencia y al debido proceso de los jóvenes detenidos en la “Unidad de Atención Ciudad de Caracas”, denunciaron familiares.
Familiares explicaron que un total de 21 adolescentes fueron detenidos en la entidad de atención al automóvil, conocido como Cochesito, y acusados de participar en protestas exigiendo las elecciones del 28 de julio. A finales de agosto liberaron a unos 15, que fueron llevados a este nuevo centro de El Cementerio, quedando seis. Al grupo se unieron otros dos menores que estaban encarcelados en otro lugar.
Nerida Ruiz, madre de Ángel Moisés Ramírez Ruiz, de 16 años, solicitó que se revisen los casos y se libere a los adolescentes detenidos en la Unidad de Atención de la Ciudad de Caracas. Su hijo fue detenido el 31 de julio en su casa de la parroquia El Valle por funcionarios de la PNB mientras ella cuidaba a su hermano menor de un año y medio.
Ángel, que estaba a punto de comenzar sexto año de contabilidad en la Escuela Técnica Juan España, fue imputado por presunta instigación al odio, terrorismo y hurto calificado, delito posterior por presunta sustracción de una moto en un concesionario de Berra que fue expoliada. Jardines de El Valle después de la elección.
“Nuestra preocupación es que estos niños ya van a cumplir 45 días (de detención) y nadie nos está dando una explicación de lo que va a pasar con ellos. Este grupo de seis no ha sido llevado ante los tribunales, nadie ha “Nos explicaron por qué no se los han llevado (…) Dicen que ya no hay adolescentes presos, todavía hay muchos”, dijo Nerida.
También teme la calificación que se le ha dado a Ángel, ya que sólo un delito (terrorismo) conlleva una pena máxima de 10 años. “Está preocupado porque dice que debe hacer su tesis, entrar en el año y empezar con ellos, y me dice que aquí está perdiendo el tiempo haciendo algo que no hizo, algo que le están echando la culpa. t.”
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Dionexis García es hermana de Diomar Gerardo Gómez, de 17 años, un recién graduado de secundaria que fue detenido el 2 de agosto dentro de su casa al oeste de Caracas por agentes de la Policía Nacional Bolivariana. Al igual que Ángel, Deomare está acusado de odio, terrorismo y robo de méritos.
“No hay pruebas, no tienen una defensa adecuada. Sólo pueden tener un defensor público, no pueden tener un defensor privado y tienen las manos atadas. No pueden hablar con ellos, no pueden venir a verlos, sólo se puede rezar y habrá que esperar”, comentó Dionexis.
Junto al padre de Deomare y el resto de sus hermanas acudió a los tribunales y siempre obtuvieron la misma respuesta: “Hay que esperar, es político, no sabemos por qué”.
“No son delincuentes, nunca han tocado un arma de fuego. Tienen sueños, tienen metas, y lamentablemente no lo sabemos por esta situación. Se está violando el debido proceso, va a ser una investigación de 10 días”. y sabemos que estaban allí.” Quiere presentar cargos contra ellos sin la debida investigación”, dijo Dionexis.
Pidió a las autoridades investigar el incidente y liberar al grupo de adolescentes “que aquí juegan 'La Aire', son inocentes”.
Blader Lever Herrera, de 17 años, fue detenido en Coche la noche del 31 de julio luego de encontrarse con su novia. Su madre, Adeleda Herrera, informó que fue acusado de incitación al odio, terrorismo y posesión ilegal de armas.
“No nos dan ninguna respuesta, no nos dicen nada. Sólo vamos para allá y para aquí. El defensor desaparecido. Sólo una vez mi otro hijo habló con él, pero nos dijo que teníamos que esperar. “Pero cuando Condenan a nuestros hijos ¿Qué debemos esperar entonces?”
La parte trasera del blader también es problemática debido a la desviación, lo que impide ciertos movimientos como por ejemplo agacharse. “Queremos saber qué pasará con estos ocho niños”, exigió su madre.
Miguel Urbina, de 16 años, fue detenido por dos policías el 2 de agosto mientras comía un postre cerca de su casa. Thani Urbina denunció que fue maltratada tras su detención:
“Lo pusieron debajo del arroyo, querían ponerle una bolsa que se llama 'La Cebollita' con gases lacrimógenos, gas pimienta para asfixiarlos. Querían que grabara un vídeo, que mi hijo se negó a grabar”, lamentó. .
Como otras madres, su principal preocupación es que la condenen a 10 años o más.
“Mi hijo me pide que por favor lo saque, mi hijo me dice que no sabía que comer dulces es un ingrediente estratégico para ser terrorista. Pedimos, yo pido y todas las madres piden, que liberen a nuestros hijos porque no lo son. “Como han liberado a 15, pedimos la liberación de los ocho restantes”, afirmó.
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