Coordinación, coraje y valentía son tres características que describen a María Corina Machado, la candidata presidencial del partido opositor de Venezuela. Esto es lo que le ha permitido obtener un apoyo masivo e indiscutible de la gran mayoría de los venezolanos, alcanzando cifras que lo aventajan del resto del liderazgo opositor. Por ejemplo, y según estudios recientes, es cuatro veces más que el dos veces ex candidato presidencial e incalificado Henrique Capriles, quien ocuparía el segundo lugar en la opinión pública; Y quedó en tercer lugar por delante de Julia Gobernadora y ex candidato presidencial Manuel Rosales. Ambos, Rosales en 2006 y Capriles en 2012 y 2013, fueron rivales de Chávez y Maduro, respectivamente, y obtuvieron un amplio apoyo, reviviendo la oposición venezolana en ese momento.
La realidad actual es que Machado es el líder de la causa democrática y al medirse contra Nicolás Maduro lo derrota decisivamente, en una proporción, según las encuestas, de 70 a 30 por ciento, es decir, ganará sin mitigar la situación.
Ahora, debemos separar nuestros deseos de la realidad, o como dijo el líder Luis Beltrán Franco: “La política es el manejo de la realidad”, es decir, los deseos de los casi tres millones de venezolanos que se les revelarán. En las primarias y legítimamente disputadas, María Corina Machado pasó al terreno de lo “imposible”, aunque, como decía Montesquieu, “la política es el arte de lo posible”. Maduro y sus secuaces saben que ir a las urnas contra Machado significa perder y perder poder, algo que el chavismo-madurismo no considera.
Entonces, llegado el momento de inscribir a esa candidata, se trata de María Corina, cuyo liderazgo quedó demostrado en octubre de 2023 y avalado según las últimas encuestas, presentando una lista con los nombres de mujeres y hombres que deberían o podrían reemplazarla. El suyo será sin duda un gesto de generosidad si la historia lo reconoce, ya que antepondrá los intereses del país a su legítimo derecho a ser Presidente de Venezuela.
“Eventualmente” es derrotar a Maduro con María Corina o su reemplazante, y aquí escribimos otra reflexión: si el régimen se mueve para decidir su “oposición” o si la Plataforma Unitaria nombra candidato, si levanta la mano o María Corina nombralo , ganará las elecciones.
La Unión Europea advirtió esta semana que Maduro “no puede elegir a sus oponentes”; Y también destacaron que los avances logrados con el acuerdo de Barbados se han visto “opacificados” por actos como el candidato presidencial único de la oposición y la inhabilitación de Henrique Capriles.
Lo que no se debe aceptar es adoptar la vía de la abstención y no llegar a un acuerdo, obviamente con participación en el debate y figuras como María Corina, lo que permitiría tener una candidatura única que refleje la voluntad de cambiar y así afrontar el régimen y luchar por la victoria en las elecciones presidenciales.
Pedir al régimen que se abstenga o promueva candidatos “falsos” sería perder una oportunidad que probablemente no volveremos a tener en muchos años y sería una pérdida definitiva para todos los venezolanos, obligándonos a seguir sufriendo. seis años Múltiples crisis se agravan día a día en todos los sectores del territorio nacional y, además, enterrarán el grito de cambio del modelo político que ha controlado los destinos de la nación durante los últimos 25 años, con consecuencias. Destruir el país económica, política y socialmente.