con una espátula
Según las autoridades panameñas, más de 40.000 niños migrantes han cruzado la peligrosa selva del Darién a lo largo de la frontera entre Panamá y Colombia en lo que va de 2023. Estos niños enfrentaron diversos peligros, como la presencia de ríos fuertes, cerros empinados, zanjas y cuerpos de agua. Animales peligrosos como jaguares y serpientes venenosas.
El informe del Servicio Nacional de Migración destaca que en los últimos cuatro años han cruzado la frontera entre Colombia y Panamá más de 612.000 personas, el 20% de ellas niños. Esto significa que alrededor de 120.000 menores se han visto obligados a migrar, algunos con sus padres o familiares y otros solos.
Las autoridades expresan su preocupación por la situación de estos niños migrantes, ya que se encuentran aislados de su entorno social y enfrentan peligrosos trayectos desde la escuela. Muchos de ellos han sufrido crímenes contra su integridad, han pasado por climas duros, han enfrentado hambre, frío y miedo e incluso han sido separados de sus padres en la selva.
El crimen organizado se beneficia de esta migración irregular e incentiva los viajes por la selva del Darién y otras rutas. Las autoridades panameñas aseguran que el país no genera esta migración irregular y que brindará un trato humano a quienes se encuentran en la frontera, al tiempo que buscan alternativas seguras y dignas para su llegada a su destino final.
Es importante señalar que Panamá recibe a los migrantes irregulares que se dirigen a América del Norte en las estaciones migratorias cercanas a la frontera con Colombia y Costa Rica, brindándoles atención médica y alimentación en cooperación con organismos internacionales.
Con información de Caracas Al Dia