Al menos 680 presos perdieron la vida en cárceles ecuatorianas entre 2018 y 2023, según informes de diversas organizaciones enviados al Comité Contra la Tortura (CAT) de las Naciones Unidas.
El documento fue presentado por el Comité Permanente de Derechos Humanos (CDH), Nepotismo por la Justicia en las Prisiones y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), el cual será revisado por Ecuador esta semana.
Según el informe, de los seis años analizados, 2021 fue el más sangriento, con 348 reclusos asesinados bajo custodia estatal.
En concreto, las organizaciones registran estos asesinatos en las cárceles:
2018: 15
2019: 30
2020: 51
2021: 348
2022: 147
2023: 89
“Las muertes en masacres carcelarias se caracterizan por su excesiva violencia, incluyendo: mutilaciones, quemaduras, castración y otros actos inhumanos, crueles y degradantes que muestran las condiciones de vida de las personas privadas de libertad”, señala el documento.
De igual forma, las organizaciones señalaron en el texto que estos motines carcelarios fueron precedidos de advertencias por parte de personas privadas de libertad.
“Este conocimiento previo de las masacres carcelarias se evidencia (en) que los internos enviaban audios de consuelo o ayuda a familiares, organizaciones de derechos humanos o redes sociales. Por eso antes del genocidio las familias siempre se reunían en las afueras de los centros penitenciarios para buscar acciones del Estado para prevenir posibles muertes”, señalan.