con una espátula
Unas 8.300 personas han sido detenidas en Ecuador en los 38 días del “conflicto armado interno” declarado a principios de enero por el presidente Daniel Noboa contra el crimen organizado, a cuyas bandas, dedicadas principalmente al narcotráfico, empezó a considerar grupos terroristas.
El último informe diario del Gobierno ecuatoriano publicado este viernes cifra en 8.289 las detenciones, 241 de ellas por “terrorismo”, y se han incautado 54 toneladas de estupefacientes.
Hasta ahora, las fuerzas de seguridad han llevado a cabo 101.708 operaciones conjuntas (más de 2.600 por día), incluidas 154 contra bandas criminales que las autoridades ahora denominan grupos terroristas.
Además, fueron incautadas 2.483 armas de fuego, 12.436 explosivos, 173.754 balas, 1.268 cargadores de balas y 3.438 cuchillos.
Durante el estado de emergencia, las fuerzas del orden mataron a 8 personas que identificaron como terroristas; Dos miembros de la policía murieron y no se registraron bajas en las filas militares.
Los agentes incautaron en el lugar del crimen 979 vehículos, 950 motocicletas y 28 embarcaciones, incluido un semisumergible para el transporte de droga. Además de 209.795,14 dólares y 47.360 galones de combustible (unos 179.000 litros).
Las cifras mantienen una cifra de 34 reclusos recuperados, entre unos 90 que escaparon de la prisión donde a principios de año estallaron varios disturbios entre guardias y policías con 200 rehenes que lograron escapar.
Tras declarar un “conflicto armado interno”, el gobierno del presidente Daniel Nobuya identificó al menos 22 grupos del crimen organizado internacional y los clasificó como “organizaciones terroristas” y “actores no estatales combatientes”.
Al identificar a estos grupos como insurgentes, el Presidente abrió una puerta legal para que las fuerzas armadas, junto con la policía, trabajaran con todos sus recursos para neutralizarlos.
La espiral de violencia en Ecuador se desarrolló cuando el presidente aparentemente se preparaba para lanzar su plan Phoenix contra el crimen.
En principio, la estrategia buscaba recuperar el control de las prisiones, muchas de ellas dominadas internamente por grupos criminales, cuyas rivalidades han matado a más de 450 reclusos en una serie de masacres carcelarias desde 2020.
Sin embargo, la violencia carcelaria descendió a las calles hasta que Ecuador se convirtió en uno de los países más violentos, con 45 homicidios dolosos por cada 100.000 habitantes en 2023. Caracas Al Dia