El exvicepresidente Jorge Glass se encuentra en huelga de hambre en la cárcel La Roca de Guayaquil, donde se encuentra recluido tras el ataque a la embajada de México en Quito el pasado viernes.
Su abogada, Sonia Vera, que forma parte de su equipo de defensa internacional, habló con Glass mediante videollamada cuatro días después de su arresto, informó El País.
La mano derecha del expresidente Rafael Correa contó cómo estuvo preso en la sede diplomática: cuatro policías le sujetaron el arma a la espalda y lo golpearon.
“Luego volvieron a filmar, me sentaron, me golpearon y me leyeron mis derechos. Cuando me sentaron me desmayé, me dijeron ¡levántate, levántate!, y no pude porque estaba toda golpeada. “Me sacaron del auto, me torturaron, me ataron los dedos a la espalda, como durante la dictadura”.
El contacto con Glass se produjo después de que el expresidente fuera ingresado de emergencia en un hospital el lunes debido a vómitos provocados por no querer comer, según SNAI, el organismo gubernamental a cargo de las cárceles de Ecuador. Esta es la versión uno de lo que pasó.
La segunda versión es un informe policial que afirma que Glass estaba en su celda sufriendo una sobredosis de ansiolíticos, antidepresivos y sedantes.
Correa escribió en X que confirmó que “la emergencia médica fue un intento de suicidio”.
“No ha comido nada y está en ayunas”, afirmó.
Después de pasar un día bajo observación médica, Glass regresó a la prisión de máxima seguridad de La Roca, donde permanece encarcelado, en medio de una fuerte seguridad policial y militar.