con una espátula
Ante la crisis humanitaria en la frontera entre Colombia y Panamá, donde más de 2.000 migrantes cruzan cada día la peligrosa selva del Darién, organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) consideran que respuestas como la militarización sólo exacerban el sufrimiento de los migrantes. .
“No tenemos la autoridad para sugerir rutas o políticas migratorias, pero lo que podemos decir es que, como hemos visto en muchos contextos, la seguridad fronteriza y la militarización de las fronteras no reducen el tránsito de los migrantes, sino que aumentan su sufrimiento.
Una respuesta a una crisis humanitaria como la vivida en Darién, donde este año ya se han registrado las cifras históricas más altas, con más de 300.000 migrantes en lo que va de año y cerca de 80.000 migrantes sólo en agosto, supone un aumento o endurecimiento del ejército. presencia. Las nuevas barreras al tránsito sólo van en contra de los migrantes.
“Esto los hace más vulnerables a las mafias que se enriquecen con esta trata de personas y les dificulta el acceso a servicios básicos. Por tanto, la seguridad fronteriza no va a reducir el tráfico de migrantes”, afirmó el representante de MSF, que cree que la solución pasan por “rutas más seguras” que permitan “reducir la exposición al sufrimiento y al peligro de estas personas que se ven obligadas a migrar”.
Ante este aumento del tráfico por esta selva impenetrable, el gobierno colombiano guarda silencio mientras el panameño “decidió transformar este problema humanitario en seguridad nacional”, según el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino.
“Cualquier intento de reducir el tráfico -y lo vemos claramente en el Mediterráneo- expone a las personas a un cierto riesgo innecesario cuando se pueden permitir rutas que aseguren el acceso a los servicios y que no expongan peligros”, explica Iguiluz. , quien dirige El Mediterráneo y la respuesta institucional: “Tantas muertes están cruzando para evitar los controles fronterizos”.
Y afirma: “La inmigración no es un delito, forma parte de los derechos humanos”. Intentar frenar la migración es imposible -MSF, que atiende a inmigrantes en todo el mundo, lo sabe bien-; Quienes estén decididos a empezar una vida en otro país lo harán, aunque sea por una ruta más peligrosa y se exponga a mayores peligros.
situación compleja
MSF alertó hace una semana de que el Gobierno panameño y las agencias humanitarias que dan servicio a tres centros de recepción de migrantes del lado panameño, al otro lado de la selva, “no dan abasto” con la cantidad de personas que llegan y sus necesidades.
En agosto cruzaron la selva 79.455 personas, una cifra sin precedentes en un mes, entre ellas 18.184 menores, según cifras del Servicio Nacional de Migración y del Ministerio de Seguridad Pública de Panamá. La mayoría son venezolanos, pero hay más ecuatorianos y muchos haitianos, colombianos y cubanos cruzan constantemente.
El recorrido, que comienza adentrándose en la selva a pie por el Golfo de Colombia y Urabá, es más corto que otros años “pero hay migrantes que pasan muchos días y la exposición al peligro no reduce el sufrimiento de estas personas”, dijo Aguiluz. .
“Estamos hablando de una situación muy difícil, ya sea por riesgos geográficos -como ríos, montañas, etc.- o por exposición a la violencia”, afirma el humanitario español. Todavía no hay estadísticas sobre cuántas personas permanecen en la selva, y las mujeres y las niñas a veces son sometidas a violaciones casi sistemáticas.
MSF ha atendido 206 casos de violencia sexual en lo que va de año, pero son conscientes de que “probablemente se trata de un subregistro de todos los casos existentes debido a la dificultad de acceso a los supervivientes dentro de la selva, así como a la necesidad de estos “La gente debe abandonar el país lo antes posible para continuar sus rutas migratorias”.
Esta organización humanitaria –junto con agencias de la ONU y otras ONG– apoya estaciones de inmigración que tienen una capacidad de 250 personas para albergar a más de 2.000 personas por día.
“(El) Ministerio de Salud de Panamá, Médicos Sin Fronteras y otros organismos con los que no podemos atender, no son suficientes para todas las necesidades presentes, por eso, solicitamos apoyo financiero tanto del marco institucional como de los organismos y sistemas de apoyo internacionales. Apoyen esto. crisis humanitaria.”, concluyó Aguiluz.
Caracas Al Dia