México calificó la intervención policial en su embajada en Ecuador como un “acto de despotismo”. El gobierno ecuatoriano asegura que sólo ha ejercido su soberanía, no permitiendo que prófugos escapen de la justicia. La OEA llamó al diálogo entre ambos países
Caracas. Una intervención policial en la embajada de México en Ecuador ha desatado una crisis diplomática de importantes proporciones. Fuerzas policiales ingresaron a la embajada en la capital Quito para arrestar a George Glass, quien vivía allí desde diciembre y solicitó asilo político tras ser acusado de corrupción.
México decidió inmediatamente romper relaciones diplomáticas con Ecuador. El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró la detención de Glass como un “acto dictatorial” y una “clara violación del derecho internacional y de la soberanía de México”. Anunció que “presentará un caso ante la Corte Internacional de Justicia para condenar la responsabilidad de Ecuador por violaciones del derecho internacional”.
En defensa de su decisión, la presidencia de Ecuador dijo en un comunicado: “Ecuador es un país soberano y no dejaremos que ningún criminal quede libre”. Glass ha sido acusado de soborno y corrupción, y las autoridades ecuatorianas están investigando cargos adicionales en su contra.
Ecuador enfrenta varios desafíos, incluida la violencia, la huida de capos criminales y ataques explosivos. El presidente Rafael Noboa declaró el estado de emergencia debido a la violencia. Además, la disolución de la Asamblea Nacional de Noboa exacerbó aún más las tensiones políticas en el país.
En lo que va de abril, el enfrentamiento entre México y Ecuador es el segundo que se produce entre países de la región. Colombia ordenó la expulsión de diplomáticos argentinos en ese país y la retirada de su embajador en Argentina, mientras el presidente Javier Millei calificó al presidente Gustavo Petro de “terrorista” y “asesino” por su pasado guerrillero.
¿Cuál es el juego?
Más allá del espíritu de buenas relaciones y coexistencia entre naciones, un ataque a una sede diplomática violaría varias normas fundamentales del derecho internacional, en particular las consagradas en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.
La Convención de Viena establece que los terrenos de la embajada son inviolables, lo que significa que el Estado receptor no puede entrar en ellos sin el consentimiento del Estado que envía. El artículo 22 de la Convención protege a las embajadas contra intrusiones o daños y garantiza que no estén sujetas a ninguna entrada por parte de las autoridades locales sin consentimiento. La entrada y detención forzosas de un solicitante de asilo violarían este principio fundamental.
Diplomacia y Protocolo
La actuación diplomática y judicial de México se enmarca dentro del protocolo seguido en este caso. Además de romper vínculos y acudir a la CIJ, también puedes denunciar el hecho ante la Organización de Estados Americanos (OEA). En ese caso, podría utilizar procedimientos de solución de diferencias y reclamar daños y perjuicios o sanciones contra Ecuador.
La medida de Ecuador dañó un poco su reputación ante la comunidad internacional y lo hizo aparecer como un país que no respeta el derecho internacional. También sienta un precedente peligroso que podría socavar la seguridad de las misiones diplomáticas en todo el mundo.
Un incidente similar ocurrió en Cuba en 1981. Fuerzas especiales irrumpieron en la embajada de Ecuador y arrestaron a opositores del régimen del entonces presidente Fidel Castro.
Asimismo, las acciones del gobierno ecuatoriano pueden llevar a otros países a reconsiderar sus acuerdos diplomáticos y de cooperación legal para la seguridad de sus propias misiones diplomáticas. También es posible que deba pagar una indemnización por daños al personal de la embajada o del personal diplomático. Y en el mejor de los casos, pedir disculpas formales no sólo a México, sino a todas las naciones del continente.
OEA rechazó
La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos recordó en un comunicado que los países de América reafirmaron en la Carta de la OEA que “el derecho internacional es la norma de conducta de los Estados en sus relaciones mutuas” y, en este sentido, debe ser estrictamente adherido a. Es fundamental que todos los Estados cumplan con las normas que rigen la protección, el respeto y la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y oficinas consulares.
Tomó nota de los principios establecidos en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas del 18 de abril de 1961, en particular en lo dispuesto en el artículo 22 de la misma. Además, en la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 24 de abril de 1963, particularmente en su artículo 31. La OEA llamó al diálogo para resolver la situación.