con una espátula
Al carecer de recursos económicos, el Instituto Nacional de Migración (INM) del gobierno de México ha suspendido los retornos asistidos o deportaciones, así como los traslados aéreos y terrestres de migrantes irregulares, en medio de la crisis migratoria con miles de extranjeros que cruzan. Territorio mexicano.
En un documento al que tuvo acceso Caracas Al Dia, fechado el 1 de diciembre, firmado por el titular del INM, Francisco Garduño, dirigido a los abogados, director general, dueños y gerentes de la oficina de representación de este instituto, se informó que “el pago de las obligaciones contractuales de noviembre ha sido suspendida.”
En el texto se anunciaba a algunos comandantes que “se ha suspendido el pago de viáticos y se limita la comisión de agentes migratorios por falta de recursos económicos”.
Ante esta situación, Alfredo de la Cruz, representante de la Asociación Social Nueva Generación Vinculación, que critica la afluencia de migrantes, cree que la frontera sur de México, especialmente la ciudad de Tapachula en la frontera con Guatemala, “se convertirá en un verdadero caos”. debido a la llegada de miles de migrantes que quedarán atrapados y podrán o no continuar a través del país.
“Nos preocupa el tema de la salud, porque hay muchas enfermedades, violencia e inseguridad, por eso, culpamos a las autoridades involucradas en el tema migratorio por no saber organizarse”, denunció.
Además, pidió solucionar “urgentemente” la crisis migratoria y la situación del flujo migratorio, ya que son miles los inmigrantes que tienen la idea de trasladarse a Estados Unidos.
Organizaciones pro inmigrantes, sin embargo, señalaron que aunque el INM suspendió los traslados, los migrantes están “caminando su camino y siguiendo adelante”.
El inmigrante venezolano Leonardo Zapata, quien viajaba con un grupo de personas caminando por la carretera Tapachula-Talismán con su hijo en brazos, dijo que su viaje “ha sido terrible y van a caminar hasta que sus cuerpos puedan aguantar esto”.
“Aquí estamos, por el futuro de la familia, entre nosotros, seguimos caminando, hasta que el cuerpo aguante, yo era maquinista de tren, tuve que irme porque el dinero no alcanzaba”, dijo Zapata, de 36 años. Y cuya idea es ir a Estados Unidos, por lo que no dejará de avanzar hacia su destino.
Un tono similar se hizo eco de su compatriota Raymundo Aguilera, quien fue enfermero en su país, pero se fue para buscar un futuro mejor para su familia.
Una ola de migrantes fluye desde la entrada a Ciudad Hidalgo, Chiapas, México, donde menores, mujeres y adultos caminan sobre el asfalto para hacer escala en Tapachula. /Caracas Al Dia