Una caravana de unos 3.000 migrantes ‘éxodo de la pobreza’, que el Gobierno mexicano disolvió la semana pasada tras abandonarla como la mayor en 2023, se reagrupó el lunes en el estado fronterizo sureño de Chiapas, para dirigirse hacia la vecina Oaxaca. .
Los inmigrantes, en su mayoría procedentes de Centro y Sudamérica, han abandonado el municipio de Arriaga, donde acusan al gobierno mexicano de violar sus derechos humanos y de engañarlos para que se regularicen a cambio de disolver la caravana.
Antes de partir, Luis García Villagran, coordinador del Centro para la Dignidad Humana (CDH) que acompaña a los migrantes, anunció a los medios que denunciaron al Instituto Nacional de Migración (INM) ante la Fiscalía General de la República (FGR).
Además, exigió investigar la validez de documentos en los que el titular del INM, Francisco Garduño, se comprometió a regularizar a grupos vulnerables de inmigrantes.
“Tenemos un documento que ya presentamos ante la Fiscalía General de la República para investigar el documento de autenticidad entregado por el Grupo Beta (INM), en el que se comprometían a otorgar asilo y documentos para una estancia de un año en México. , y que no se cumplió, simplemente los abandonaron”, afirmó el trabajador.
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El convoy, el más grande del año, salió de Tapachula, en la frontera sur de México, en Nochebuena, pero se disolvió el martes pasado cuando el grupo en el municipio de Mapastepec acordó abordar un autobús del INM. canje de su regularización.
Pero los migrantes retomaron su marcha este lunes luego de ser abandonados en municipios del estado de Chiapas como San Cristóbal de las Casas, la capital Tuxtla Gutiérrez, Pijijiapan, Mapastepeque, Arriaga y Beriozabal.
Hicieron una última parada a 500 metros del puesto de control de Los Corazón, en Oaxaca, donde esperaron a los rezagados en los estados vecinos.
Luego de ingresar al estado de Oaxaca, se dirigieron a la comunidad de Corazones, donde pernoctarían, para luego dirigirse a las ciudades de Tapanetepec y Juchitán.
Los caminantes esperan que la caravana totalice 10.000 personas en dos días más.
Berta Ramírez, una venezolana que viaja con su hijo y su pareja, expresó a Efe su disgusto tras ser internada en un albergue habilitado por el INM.
“Me detuvieron y me amenazaron con huir por no quedarme en un lugar que ni siquiera cuenta con servicios médicos”, dijo.
“Mi esperanza es poder ir a la Ciudad de México, cuanto antes mejor, porque hemos perdido mucho tiempo, hemos estado caminando mucho tiempo, con mi hijo que ha estado enfermo durante todo el camino y en todos los lugares que he solicitado. “Medicamentos y ayuda hospitalaria, pero nada”, añadió.
El progreso se produce tras un aumento de migrantes sin precedentes en diciembre, cuando hubo más de 10.000 cruces diarios irregulares en la frontera entre México y Estados Unidos, y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos confirmó más de 2,2 millones de llegadas irregulares. De enero a noviembre.