El presidente de Argentina, Javier Maile, ha señalado que está dispuesto a promover más sanciones contra Venezuela, junto con otros gobiernos sudamericanos, para luchar contra la supuesta “dictadura” que, según él, se instalará en Caracas.
“Si tenemos que seguir adelante con la prohibición, no tengo ningún problema”, dijo Miley en una entrevista transmitida el domingo por la noche en CNN en Español con el periodista Andrés Oppenheimer.
El presidente argentino agregó que “está dispuesto” a intentar convencer a otros gobiernos regionales para que apliquen más sanciones diplomáticas contra el gobierno de Nicolás Maduro, porque, según él, en Venezuela se están produciendo “masacres”.
Miley agregó que, por el momento, su gobierno ha avanzado en la condena al gobierno venezolano, medida en la que difiere de su antecesor Alberto Fernández, quien, dijo, “no hubiera condenado nada de esa dictadura”.
“En principio hacemos una condena fuerte, levantamos esas banderas en todos lados”, agregó el presidente argentino, que no se pronunció sobre qué gobiernos buscarían el apoyo de Venezuela para ratificar.
La respuesta de Venezuela
La declaración de Milli elevó tensiones con el gobierno de Nicolás Maduro, que decidió hace semanas prohibir el uso del espacio aéreo venezolano a vuelos que partan desde territorio argentino o tengan como destino Argentina, en respuesta a la destrucción del avión de carga. La empresa estatal venezolana Mtrasur, que Buenos Aires mantiene desde hace mucho tiempo, la entregó a Estados Unidos.
“Los portavoces de la extrema derecha nombraron a Venezuela, quienes pidieron ataques y sanciones. Las temibles expectativas de los neonazis se hundirán nuevamente, con Venezuela avanzando a buen ritmo y derrotando todos los intentos de los intermediarios imperialistas. En lugar de menear la cola ante tus amos, dedícate a los asuntos internos de tu país, que ya están bastante enredados”, escribió el Ministro de Asuntos Exteriores venezolano, Iván Gil, en X.
Además del gobierno de Venezuela, Miley se ha distanciado de otros gobiernos de la región, como Colombia y México, tras intercambiar algunos insultos con sus homólogos Gustavo Petro y Andrés López Obrador, pero también se ha distanciado del presidente brasileño, Luiz. Inácio Lula da Silva y el cubano Miguel Díaz Canel. El gobierno de Miley es el más aislado de los países de la región desde la dictadura.