con una espátula

El Papa Francisco pidió hoy que la Iglesia lleve a Jesús “a todas partes”, incluida la “política” a “las familias, los vecinos y la sociedad civil” durante las fiestas de San Pedro y San Pablo.
La tradicional celebración de ambos Santos, fiesta local en Roma, coincide con la presencia en Moscú de Matteo Zuppi, enviado especial para la paz en la guerra de Ucrania, que se reunirá hoy con el patriarca ruso Cirilo. Iglesia Ortodoxa Rusa.
En su patria, Francisco nos invitó a “llevar al Señor Jesús a todas partes, con humildad y alegría: en nuestra ciudad de Roma, en nuestras familias, en las relaciones y los barrios, en la sociedad civil, en la Iglesia, en la política, en todo el mundo , especialmente donde se esconde la pobreza, la degradación y la marginación.
Entre los 5.000 participantes -según el recuento de la Santa Sede- en la Misa celebrada en la basílica de San Pedro se encontraba una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, a quienes el Pontífice saludó respetuosamente e invitó a “avanzar juntos en la fraternidad”.
También estuvieron presentes una veintena de mujeres ucranianas, esposas de los embajadores de su país en varias misiones diplomáticas, que se habían reunido con el Papa ese mismo día.
“Sed apóstoles como Pedro y Pablo. Sed discípulos en la búsqueda y apóstoles en el anuncio, abrazando la belleza del Evangelio en todas partes con todo el pueblo de Dios”, instó Francisco.
Asimismo, animó a los fieles a “renunciar” a la “seguridad material mundana” para seguir a Jesús: “Este es el mensaje que Pedro nos da hoy, invitándonos a ser una Iglesia seguidora. Una Iglesia discípula del Señor”. y humilde servidor del Evangelio. quiere”.
“Solo así podrá conversar con todos y convertirse en un lugar de compañerismo, intimidad y esperanza para las mujeres y los hombres de nuestro tiempo”, añadió.
Francisco presidió la misa apenas dos semanas después de ser puesto en libertad tras ser operado de una hernia en Roma, ciudad que celebró hoy a su patrona con un acto al que asistieron los arzobispos designados el año pasado.
En la liturgia, según la tradición, el Papa bendice frente a la tumba de San Pedro el palio que vestirán los nuevos obispos, una prenda compuesta por una estola de lana blanca con seis cruces de seda negra o roja sobre el pecho y los hombros.
Caracas Al Dia