con una espátula
Vanessa Salazar, 33 años, no vendió nada en todo el día. Es domingo por la tarde y mucha gente pasa por un concurrido bulevar de Caracas, pero nadie se detiene. Ha sido un 2023 “muy duro” y “fuerte”, previéndose un ligero repunte en las dos semanas previas a Navidad.
Por VOA
Salazar es un comerciante informal, conocido en Venezuela como buhonero. En una mesa junto a un perchero muestra ropa de mujer. “Pijamas 2×5”, reza un cartel escrito a mano.
“No he vendido ni una sola pieza en todo el día”, dijo a la VOA la mujer, que es técnico dental, pero no ejerce.
“Las rebajas son como una montaña rusa. Hay días buenos, hay días estupendos, hay días muy malos, hay días normales”, describe.
Perdido de vista a un kilómetro y medio de este corredor peatonal de la capital venezolana, que alberga un tercio de la economía del país.
“Hace mucho que no sé lo que se siente llegar siquiera a los 50 dólares en ventas”, regaña Salazar, quien se dedica a la venta ambulante desde hace un año, luego de regresar a Venezuela desde Colombia, donde vivía.
“bastante mal”
El presidente de la Asociación Venezolana de Comerciantes Consecomercio, Gustavo Vallicillos, expresó la “preocupación” del sector por la “caída del consumo”.
“Tuvimos un primer semestre en el que los costos disminuyeron significativamente, rozando el 5%, el tercer trimestre que está estable y el cuarto trimestre que esperamos aumente un poco, porque (…) nos comparamos con el período del año anterior. lo cual fue bastante malo”, anotó Valecillos sin dar más detalles.
La situación de los comerciantes en las provincias es peor, con el cierre de establecimientos y “es muy preocupante la migración de empresarios del interior del país a la capital”.
Henkel García, director de la consultora y analista financiero Albusdata, coincidió en que ha sido “un año difícil” para los venezolanos, luego de una remontada económica en 2022 que sembró dudas y expectativas entre la gente, pero que se desaceleró después de su segundo semestre. año
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