Una mujer en el Reino Unido hizo un gesto hermoso y desinteresado cuando encontró en la calle lo que pensó que era un “bebé erizo”, al que cuidó y alimentó durante la noche antes de llevarla al veterinario al día siguiente y descubrir que era sólo un bola de sombrero de invierno.
La Reserva Natural y Hospital de Vida Silvestre Lower Moss, ubicado en Cheshire, Inglaterra, compartió a través de sus redes sociales el divertido e insólito incidente ocurrido hace unos días.
Lea también: Fu Jai, el primer perro policía Corgi de China que se vuelve viral, supera a otros en solo dos meses
La mujer encontró a la aparente criatura en la acera de una calle desierta, inmóvil y aparentemente acurrucada formando una bola. Así que no dudo en recogerlo y ayudarlo, según informa el medio británico The Sun.
“No lo tocó para nada: lo metió en una caja con comida para gatos y lo dejó solo en un lugar cálido y oscuro. Hizo todo muy bien. Apenas lo vio porque no quería estresarlo”. “, dijo al medio la veterinaria Janet Kotze, que estaba de guardia en ese momento.
Incluso el veterinario se sorprendió por esto.
La mujer cuidó al “bebé erizo” toda la noche; Sin embargo, a la mañana siguiente, cuando notó que ella no se había movido, la llevó rápidamente al Hospital Lower Moss. La veterinaria Janet Kotze abrió la caja con cuidado y se sorprendió al encontrar una bola de un gorro de invierno en lugar de un erizo.
“Abrí la caja y no podía creer lo que estaba viendo. Para nosotros era bastante obvio: definitivamente no es un erizo, tal vez algún otro tipo de animal peludo. Me di cuenta que no tenía nada de animación, lo levanté y obviamente con el peso pude sentir que no era un erizo ni un animal. También pude ver que estaba muy avergonzada. No lo hizo a propósito. Realmente se equivocó”, recordó Kotze.
El hospital de vida silvestre escribió sobre el esfuerzo de rescate en Facebook: “¡Nuestros corazones se derritieron cuando un alma bondadosa pensó que estaba rescatando a un erizo bebé, solo para descubrir que era un pompón esponjoso de un gorro con pompón! Recuerde, la amabilidad no tiene límites, ¡incluso cuando se trata de un amigo peludo falso!