El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha asegurado que no se arrepiente de la detención del exvicepresidente Jorge Glass por ordenar el ataque a la embajada de México en Quito, pero ha ofrecido a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, “suavizar todo con ceviche y tacos”. “.
“No me arrepiento”, dijo Noboa en una entrevista transmitida por el canal australiano SBS la semana pasada y ayer.
El presidente de Ecuador dijo que intentaría almorzar con el presidente López Obrador sobre los planes para resolver la crisis con México.
“Lo invitaré a comer ceviche y cuando esté listo probablemente podamos comer unos tacos y hablar”, dijo.
Ante la condena casi unánime de la comunidad internacional por violar la integridad de una sede diplomática, admitió que “fue una decisión muy difícil”, pero lo hizo porque México fue el primero en violar un acuerdo internacional.
“Primero fue una violación al gobierno mexicano, luego siguió otra, pero teníamos que actuar, teníamos que tomar una decisión, porque había un plan de fuga que conocíamos”, declaró Noboa.
“Condenamos que algunos gobiernos utilicen sus embajadas para enmascarar el asilo político, que en realidad es impunidad, es proteger a los criminales de sus sentencias”, añadió.
El Presidente de Ecuador recordó que la Convención de Asilo de Caracas establece que no se puede otorgar asilo a personas juzgadas en tribunales ordinarios por delitos comunes.
El exvicepresidente tenía orden de aprehensión y se encuentra en prisión preventiva en relación con las obras de reconstrucción del terremoto ocurrido en 2016, donde se le acusa de malversación de dinero.
Tuvo que regresar a prisión para terminar una condena de ocho años por dos cargos de cohecho y asociación ilícita, de los que ya había cumplido casi cinco cuando salió en libertad a finales de 2022 por una polémica resolución judicial de medidas cautelares. .
“Glass tenía sentencia y debía permanecer en prisión”, repitió Noboa, por lo que “tuvo un juicio justo”.
Cuando se le preguntó si quería proyectar una imagen de mano dura días antes de que se celebrara un referéndum sobre reformas sociales, Nobowa comentó que quería ser visto como “alguien justo, no necesariamente duro”.