El gobierno electo de Panamá, que asumirá el cargo el 1 de julio, ha iniciado “comunicaciones diplomáticas” y “estudios a través de organismos internacionales” para ultimar planes para “cerrar” la frontera del Darién, una peligrosa selva fronteriza con Colombia, y a los miles de migrantes que viajan a América del Norte todos los días.
Esa promesa de campaña del presidente electo, José Raúl Mulino, es “una prioridad”, dijo este jueves el ministro designado de Seguridad Pública, Frank Abrego, quien debe asumir el desafío de cerrar la frontera selvática y repatriar a todo migrante que la cruce.
“Ya hemos iniciado varios estudios, a través de organismos internacionales, él (Mulino) ha hecho algunos contactos a nivel diplomático y estamos preparando un plan que será anunciado más adelante”, dijo Abrego a periodistas tras anunciar su nombramiento.
Abrego fue el primer director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) creado en 2008. Mulino renunció este jueves al nombrarlo titular del Ministerio de Seguridad Pública, encargado de expulsar a la guerrilla colombiana del Darién.
El nuevo ministro admitió que “intentar cerrar la frontera no es cosa fácil, hay 260 kilómetros de bosque”, pero se mostró confiado en que “sí” se podrá hacer.
Sobre el temor de que no se respeten los derechos humanos de los migrantes en este masivo operativo de repatriación anunciado por Mulino, Abrego respondió que Panamá siempre ha sido su garante.
“Tenemos que asumir que Panamá siempre ha respetado los derechos humanos de todas las personas”, práctica que asegura el trato que hoy reciben miles de viajeros en las estaciones ubicadas en la frontera, donde reciben alimentos, atención médica y sus datos biométricos. están tomados.
En lo que va del año, más de 153.003 migrantes han transitado el Darién hacia Panamá. El año pasado, la cifra superó los 520.000, lo que no tiene precedentes y revela la magnitud de esta crisis humanitaria.
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Entre enero y abril, más de 30.000 menores y adolescentes cruzaron el bosque, un 40% más que en el mismo periodo del año pasado, advirtió el miércoles UNICEF, que afirmó que “se estima que 800.000 personas podrían cruzar el bosque en 2024, menores de 18 años”. , incluidos 160.000, y muchos pueden necesitar asistencia humanitaria.
“Panamá y nuestro Darién no es una ruta de tránsito. No señor, es nuestra frontera. El concepto de cierre que he planteado se refiere a un concepto filosófico relacionado con el cierre de la frontera basado en que iniciamos un proceso de repatriación. con asistencia internacional y respetando plenamente los derechos humanos”, afirmó Mulino al anunciar al presidente electo el 9 de mayo.
“Para que los que vienen de allí y los que quieren venir sepan que los que vienen aquí volverán a su país de origen”, añadió.