El Partido Comunista de Venezuela (PCV) condenó este martes “despidos ilegales” y “dimisiones forzadas” en instituciones y empresas del Estado, incluidas -confirmó- Petróleos de Venezuela (PDVSA) o la Corporación Eléctrica Nacional (Corpolec). Elecciones presidenciales del 28 de julio.
“Tenemos denuncias de despidos ilegales y renuncias forzadas en PDVSA, Corpoelec y el sector salud”, dijo la diputada Jacqueline López, en un comunicado del PCV, actualmente bajo intervención judicial del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). .
Asimismo, aseguró que los empleados, de cualquier sector, son “amenazados y acosados en su lugar de trabajo” tras declarar públicamente “su rechazo” a la “gestión” del Gobierno, así como expresar sus “dudas”. Los resultados oficiales de las elecciones presidenciales, que otorgaron la reelección a Nicolás Maduro, son una victoria considerada fraudulenta por la oposición y cuestionada por varios gobiernos extranjeros.
Además, López aseguró que los empleados del canal estatal VTV fueron “despedidos por motivos políticos”, lo que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de Venezuela denunció el pasado jueves a través de X, donde aseguró que estos empleados han sido removidos de sus cargos. '', la líder opositora María Corina Machado “cualquier publicación” o “escribir 'fraude' en su estado de WhatsApp”, en referencia a los resultados electorales.
López, que no proporcionó más información sobre los presuntos despedidos, también advirtió sobre “prácticas de acoso laboral” que se han manifestado en centros de trabajo vinculados al “sector (educativo)”, así como en “gobernaciones y alcaldías” cuyas Se desconocen las posiciones.
Esta “escalada gubernamental”, prosiguió, “incrementó los ataques represivos contra sectores populares registrados en los primeros días después de las elecciones”, cuando estallaron protestas en el país contra los resultados oficiales de las elecciones, deteniendo a 2.400 personas. Y 25 personas han muerto, según las autoridades venezolanas.
Ante esta situación, López advirtió de una “represión masiva” contra “sectores vulnerables”, mientras que “también continúa la represión contra dirigentes y activistas de organizaciones políticas, sociales y sindicales”.