Este domingo, la periodista colombiana María Ximena Duján dirigió una carta abierta al presidente Gustavo Petro en la que lo cuestionó sobre su presunta drogadicción.
“Presidente, si usted tiene un problema de adicción, respetuosamente lo invito a revelarlo. La adicción es un problema de salud que afecta a muchos colombianos y aceptarla no es un pecado ni un fracaso moral”, escribió para Cambio Colombia.
Petro respondió con un breve mensaje en su cuenta X, anteriormente en Twitter: “Mi única adicción es el café por las mañanas”.
En medio de la diatriba, Media Semana colombiana recuerda que los rumores sobre los supuestos problemas de adicción del presidente no son nuevos; Y señaló que en 2019, el estado de salud de Petro, entonces senador, se convirtió en tema de debate público, luego de una incapacidad médica firmada por un psiquiatra que el excandidato presidencial compartió en su cuenta de Twitter. Ha tenido que salir sola a explicar que no tiene ningún problema mental y que no está medicada para ello.
Cuando se conoció la carta de María Jimena, muchos sacaron un capítulo de su libro ‘Una vida, muchas vidas’. Allí explica detalladamente cuáles fueron sus luchas y muchos detalles de su vida personal y familiar. Uno de ellos era diplomático en Bélgica cuando probó las drogas.
“Con un amigo colombiano incluso exploré algo del consumo de drogas, la experiencia de los sentidos, el viaje interior, hacia lo más profundo, separado de las ataduras de la sociedad, de la propia lucha y profesión; “Traté de explorar los rincones de una geografía interior… La soledad me llevó a una exploración más profunda, que también se volvió intelectual”, escribió Petro en su libro.
De aquel viaje a Bélgica, había otra persona que había hablado de algunos excesos unos meses antes, cuando un grupo de congresistas discutía la necesidad de un reconocimiento médico del presidente para ver si estaba en condiciones de ejercer el cargo. Su llegada tardía y los días en los que simplemente no se presentó comenzaron a preocupar a un grupo de legisladores.
“La realidad que venimos observando desde hace un año es que el comportamiento de Gustavo Petro ha sido un mal comportamiento y algunas fallas graves como presidente… No tenemos dudas sobre su inteligencia, pero tiene comportamientos que indican que está teniendo dificultades para gobernar. Tiene una agenda todos los días, ya sea por temas de salud, adicciones, mentales o emocionales”, afirma Ingrid Betancourt.