Son pocas las salas de lectura en Maturín y la Biblioteca Julián Padrón carece de las condiciones necesarias para el disfrute de buenos textos que alimenten la imaginación y el conocimiento.
Maturín. “Si te gusta un libro, léelo, si no te gusta, no lo leas. “No obliguen a quienes no les gusta leer a encontrar la felicidad, porque la felicidad no se puede comprar”. La frase proviene y está inspirada en el escritor argentino Borges. El librero más reconocido de MaturínRicardo Palomo, hace referencia a la importancia de la lectura para la formación de la nueva generación.
Considera eso con Palomo Avances en tecnología Y con la digitalización, jóvenes y estudiantes se refugian en la inmediatez de Internet, dejando de descubrir el sabor y la fascinación de las páginas y sus personajes.
“Si bien los avances tecnológicos son buenos, han causado daños psicológicos, físicos y comportamentales a los niños por el uso prolongado de los dispositivos móviles, como han señalado los expertos”, comentó Palomo.
El librero maturín recuerda que un día cuando viajaba en una unidad de transporte público, presenció un incidente que llamó poderosamente su atención y lo convenció de que no necesitaba salir. Pierde el hábito de leer. del libro
Un niño adicto al teléfono móvil se negó a entregarle su dispositivo móvil a su madre cuando ésta intentó quitárselo para protegerlo. Ese día me di cuenta de que no debía dejar mi trabajo como librero”, dijo.
Palomo es librero desde hace más de cuatro años, vendiendo libros al aire libre en el centro de Maturín, a pesar de las altas temperaturas y las fuertes lluvias, incluso Abuso de autoridad Funcionarios municipales que lo acusaron de “vendedor” por vender libros en la calle.
Aunque ha llegado al sexto grado de primaria, Palomo está a punto de cumplir cinco años Ejercicio de la profesión de librero.
Libros de petróleo
Palomo dedicó 27 años de su vida Trabajar en una empresa petrolera. Asociado a Pdvsa. El colapso de la principal actividad económica del país lo dejó en la calle sin trabajo, sumándose al diagnóstico de una patología que le impedía desarrollarse como antes: artrosis en la pierna izquierda.
La llegada de la pandemia de COVID-19 en 2020 y el agravamiento de la crisis económica le motivaron Encuentra financiación para tu casa, Dedicado a su tesoro más preciado: sus libros.
Actualmente Palomo Vender copias del mismo. Detrás de Plaza Rómulo Gallegos, sobre calle Azcu, sobre la vereda de la antigua sede del Banco Caroni.
Allí, sobre varias mesas de plástico, expone libros, la mayoría de los cuales los recibe en consignación. Porcentaje de su beneficio después de la venta, Invertir en alimentos y medicinas.
dura pelea
El librero es como pez en el agua. Hablar de novelas fantásticas. Y escritores como Gabriel García Márquez, Rómulo Gallegos, Jorge Borges, entre otros, ya que la lectura de estos textos despertó su pasión por el mundo del conocimiento, que quiso transmitir a los demás.
en el pasado poco espacio para leer, Al igual que las salas públicas y las bibliotecas, Palomo siente un compromiso moral con la sociedad y la educación.
Las personas son mi inspiración, pueden adquirir una copia a bajo costo. Represento una alternativa, cuando el precio de un libro en el mercado supera los 70 dólares, puedo ofrecerlo hasta 20”, revela.
lo confirma La población ha disminuido Por motivos económicos y falta de motivación de las autoridades.
“No hay bibliotecas y las escuelas no tienen sentido pedagógico al tener libros en las aulas. Peor aún, hay universidades que empiezan sin bibliotecas”, afirmó.
Aprecia tu trabajo
En Maturín sólo quedan 10 libreros, pero sólo dos salen a la calle en busca de pan. Palomo trabajó anteriormente en el Instituto de Cultura del Estado Monagas (ICUM), donde actualmente funciona la Biblioteca Julián Padrón, donde Las autoridades locales lo destituyeron.
Aseguró que El trabajo del librero no vale nada. por gobernantes. Pone como ejemplo tomar lo que está sucediendo en Caracas, ciudad donde los libreros tienen un lugar en la Plaza Diego Ibarra para trabajar dignamente.
“En otras ciudades como Cali o Bogotá quienes ejercen este oficio están protegidos y tienen seguridad laboral. Esta referencia se la di al gobernador Ernesto Luna cuando vino un día a buscar un libro”, dijo.
“Sin vergüenza le pedí al gobernador que nos considerara, Disponemos de todo tipo de muestras. Y a buen precio para ayudar a muchos jóvenes a profundizar en la lectura, la investigación y el estudio”, afirmó.
Insiste en que “no podemos recordar el libro Sólo cuando se celebra su día. Hay que superarlo y eso esperamos que no sea sólo en las ferias donde traen libreros de otros lugares y no nos dan el espacio que merecemos.