La Asociación Latinoamericana de Trabajadores Petroleros de Texas (Alep) acusó a ExxonMobil de complicidad en acciones contra la industria petrolera de Venezuela.
El presidente de Texan Oil Tanker Group, Alejandro Terran, dijo últimas noticias El reciente accidente en Monagas que afectó el suministro de gas a nivel de la faja petrolera y a todos los operadores petroleros, “llamó mucho la atención por la forma en que ocurrió y la forma en que coincidieron con las operaciones”.
“Creo que estamos en presencia de un intento de paralizar las operaciones petroleras para afectar la producción de gas y poner al país en una situación crítica”, reveló. Como operadores y proveedores de servicios de la industria petrolera norteamericana, creen que estos incidentes muestran una clara intención de destruir y atacar la industria”, afirmó.
“He dicho varias veces y he confirmado que la persona detrás de todos estos vínculos es Exxon Mobil, apoyando a estos grupos radicales para destruir nuestra industria petrolera y atacar a los trabajadores estadounidenses, que de una forma u otra están haciendo nuestro mejor trabajo en Venezuela. Venezuela puede aumentar la industria y la producción”, dijo Terran.
Sin embargo, aseguró que hoy Exxon “no quiere que esto suceda y sus empresas afiliadas que utilizan operadores locales para crear este tipo de caos, que nos afecta a todos y causa daños a la ya devastada industria petrolera venezolana”.
Terran llamó a los operadores petroleros extranjeros en el país a rechazar con una sola voz la medida de Exxon Mobil contra Venezuela.
“Los petroleros rechazan la conspiración que Exxon Mobil ha emprendido contra la actividad petrolera en Venezuela durante más de 20 años y en perjuicio de los petroleros norteamericanos que operan en el país. Los consideramos responsables de todo el desastre que han creado. “Queremos trabajar silenciosamente con la industria petrolera venezolana”.
Este lunes, la Vicepresidenta Ejecutiva y Ministra del Poder Popular de Petróleo, Delsey Rodríguez, hizo balance del ataque a la industria para generar zozobra en la población y causar estragos en la economía nacional al destruir la infraestructura productiva de Petróleo Venezuela (Pdvsa). .
El primero fue el domingo 10 de noviembre, en un campo de producción de petróleo y gas en el estado de Julia, donde fue lanzada una granada para impedir que el Complejo Refinador Paraguayo “suministre alimentos” y detener la producción de combustible en el país.
Luego, el segundo ataque se produjo cuando se produjo un incendio en la Mejoradora Petro Sideno, en el oriente del país donde se produce diésel, “quedándose sin combustible mientras se almacenaban artículos críticos para la seguridad alimentaria de Venezuela”.
El tercer ataque ocurrió el lunes 11 de noviembre a las 10:40 horas, cuando ocurrió un incidente en el complejo Mascar en el estado Monagas, centro de distribución de gas en Venezuela.
“Una manipulación maliciosa de equipos, realizada por una empresa ajena a Pdvsa con socios internos, provocó una explosión de gran magnitud en la infraestructura que distribuye el 80% del gas a Venezuela”, informó el vicepresidente Rodríguez.