Venezuela ocupó, por noveno año consecutivo, el último lugar en el ranking mundial de justicia elaborado por la organización World Justice Project, lo que muestra la falta de estado de derecho existente en el país.
El estudio, que forma parte del Índice de Derecho elaborado por el citado instituto, ubicó al sistema judicial de Venezuela con una puntuación de 0,26.
Esto significa que Venezuela es parte de un grupo que es constantemente criticado por su sistema judicial y la autocracia de sus gobernantes.
Le siguen en el ranking mundial de justicia países como Camboya, con 0,31; Afganistán, con 0,32; Haití, con 0,34; República del Congo, con 0,34; Nicaragua, con 0,35; Egipto, con 0,35; Myanmar, con 0,35 y Camerún 0,35.
Países como Dinamarca aparecen con mejor calificación con 0,90; Noruega, con 0,89; y Finlandia con 0,87; Según el portal web de análisis.
¿Cómo se elaboran estos rankings?
Para elaborar su clasificación, la organización considera varios factores.
Entre ellos destaca la limitación del poder gubernamental y la ausencia de corrupción.
Abarca temas relacionados con derechos fundamentales, orden y seguridad, cumplimiento normativo, justicia civil y justicia penal.
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En cuanto a las características negativas tomadas en cuenta, Venezuela se ubica entre los primeros países del mundo por las prácticas autoritarias de su ejecutivo.
Por lo demás, por su actitud positiva en el ámbito político y judicial, estuvieron Uruguay, Costa Rica y Chile.
La economía de Venezuela se contrae un 1,2% en 2023
El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) informó este viernes que en 2023 la economía venezolana se contraerá un 1,2% respecto a 2022, cuando creció un 12,1%.
Esta información contradice al gobierno de Nicolás Maduro. En enero, el líder chavista aseguró que se había producido un “enorme aumento” de más del 5% en la región el año pasado, siendo el “mayor crecimiento jamás registrado”.
La entidad independiente indicó en un comunicado de prensa que la economía del país tuvo un “desempeño moderado” el año pasado. Asimismo, explicaron que esto se debió principalmente a la reducción de costos. Además, a ello contribuye una “contracción real del gasto público”, lo que genera un impacto negativo en la actividad comercial y manufacturera.
Como resultado, OVF informó una caída del 10% en el sector no petrolero en los últimos cinco años.
Por el contrario, la actividad petrolera ha aumentado un 12,4% respecto a 2022, según cálculos de la entidad.
Cabe recordar que el año pasado Venezuela produjo en promedio 783 mil barriles por día (bpd). Esto se traduce en un aumento del 9,3% con respecto a 2022, cuando se bombeó un promedio de 716 bpd.
